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MANAGUA, Nicaragua – Antes de cumplir los 15 años, el curso de la vida de Irayda Pasquier cambió para siempre. Se enamoró de un adolescente y decidió abandonarlo todo por él: su casa, su familia, incluso sus estudios.

“Antes de cumplir mis 15, ya estaba embarazada. Cuando el niño nació, empezaron los problemas entre nosotros y poco tiempo después, nos separamos,” indicó Irayda.

América Latina y el Caribe es la única región en el mundo en la que el matrimonio infantil y las uniones tempranas no están disminuyendo. La prevalencia del matrimonio infantil en la región es de 23% en mujeres de 20 a 24 años, que se unieron antes de cumplir 18 años.

Si las tendencias se mantienen, al año 2030, el matrimonio infantil y las uniones tempranas aumentarán y afectarán  aproximadamente 9.7 millones de niñas y adolescentes a nivel global.

En Nicaragua, de acuerdo a la Encuesta de Demografía y Salud (2011-2012), el 35% de las mujeres entre 20 y 24 años reportó que se habían unido antes de los 18 años.

En el ámbito educativo, las uniones a temprana edad constituyen una causa de deserción escolar entre mujeres adolescentes. El 35% de la deserción escolar se explica por causas asociadas a la falta de poder ejercer los derechos reproductivos.

Con el tiempo, Irayda ha reflexionado y piensa que su vida pudo haber sido diferente. “Me hubiese gustado seguir estudiando, no debí salirme de clases,” cuenta Irayda.

UNFPA Nicaragua, a través de su estudio “Causas, Factores asociados e implicaciones de las Uniones a Temprana Edad en Nicaragua” se encuentra realizando abogacía ante tomadores de decisión mostrando evidencia de que las Uniones a Temprana Edad constituyen una práctica que limita el desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes, obstruyendo el despliegue de sus capacidades y oportunidades para vivir una vida con dignidad.

Una realidad que afecta a las más vulnerables

El matrimonio infantil y las uniones tempranas parece afectar más a las niñas indígenas y aquellas que viven en áreas rurales, de ingreso medio o bajo.

En México, por ejemplo, más del 60% de las mujeres casadas antes de los 18 años, se ubican en los quintiles de ingreso más bajos y hay una mayor prevalencia en las áreas rurales (36%) que en áreas urbanas (21%).

El matrimonio infantil y el embarazo adolescente están estrechamente, y peligrosamente, vinculados. En los países en desarrollo, 9 de cada 10 partos de adolescentes se producen entre niñas que ya están casadas.

Apostándole al empoderamiento de las niñas y adolescentes

Emeli Escobar, una adolescente de 16 años, en Guatemala, cuenta que no está preparada para casarse ni mucho menos salir embarazada. “Eso no me dejaría cumplir mis sueños. Quiero ser enfermera, no estoy en capacidad de cuidar un niño en este momento de mi vida.”

Ante la realidad de las niñas indígenas guatemaltecas, el programa Abriendo Oportunidades, implementado  con éxito en asocio con el Population Council, alcanzando a más de 10,000 niñas en un período de más de una década. El programa está centrado en los derechos de las niñas y adolescentes indígenas, que en el país constituyen la población más vulnerable, con el objetivo central de prevenir matrimonios y embarazos tempranos.

El proyecto promueve una estrategia de trabajo comunitario que involucra a las autoridades de gobierno locales, docentes y familias con el fin de articular esfuerzos para fomentar el desarrollo de las niñas adolescentes y facilitar un entorno en el que se respeten sus derechos humanos.

Adicionalmente, en Guatemala, UNFPA lideró un estudio titulado ¡Me cambió la vida! con el objetivo de  aportar evidencia relacionada a cómo los derechos de las niñas se ven vulnerados con una unión o matrimonio temprano.

“Mi meta es ser doctora. No me quiero casar ahora, eso haría que mi vida fuera muy difícil,” señala Aylin Rubio, de 11 años, proveniente de San Luis Potosí, en México.

Aylin forma parte del programa Unidas Crecemos, que, con la asistencia técnica del Fondo de Población de las Naciones Unidas en México, y bajo la metodología creada por el Population Council (Abriendo Oportunidades), ha logrado facilitar el acceso a servicios de educación y salud.

En su primer año de implementación en México, se ha contado con la participación de 800 niñas y se han conformado 21 clubes para niñas adolescentes, instalados en escuelas primarias, secundarias y centros comunitarios.

En Guatemala, Abriendo Oportunidades se ha implementado con éxito, asistiendo a más de 8000 niñas por más de 10 años. El programa está centrado en las niñas y adolescentes indígenas, que en el país constituyen la población más vulnerable, con el objetivo central de prevenir matrimonios y embarazos tempranos.

El proyecto promueve una estrategia de trabajo comunitario que involucra a las autoridades de gobierno locales, docentes y familias con el fin de articular esfuerzos para fomentar el desarrollo de las niñas adolescentes y facilitar un entorno en el que se respeten sus derechos humanos.

Evidencia y acciones a favor de los derechos humanos

En El Salvador, el UNFPA ha presentado documentos claves como evidencia del impacto que tienen a nivel social y económico el embarazo adolescente y las uniones tempranas, incluyendo el Mapa del Embarazo Adolescente.

Con estos documentos, la Oficina de UNFPA El Salvador aportó a la discusión nacional sobre la problemática, lográndose en el año 2017 que Asamblea Legislativa de El Salvador aprobara la prohibición del matrimonio infantil, a través de una modificación al Código de Familia.

La votación favorable se logró después de diversas discusiones técnicas en la Comisión de la Familia, sumado a las diversas voces que se sumaron a través de los medios de comunicación para pedir a los y las legisladoras alcanzar un acuerdo favorable para la protección de los de derechos de las niñas y adolescentes.

Maybelle, una adolescente de 14 años, en El Salvador, está convencida de la importancia que tiene prepararse para tomar decisiones importantes en la vida. “No estoy lista para casarme, quiero seguir estudiando y convertirme en una profesional”.

Actualmente, UNFPA, UNICEF y ONU Mujeres están implementando un programa regional en América Latina y el Caribe para hacer la diferencia en la vida de las niñas y adolescentes, y reducir el matrimonio infantil y las uniones tempranas.  

Este mes, UNFPA, a nivel global está desarrollando, por tercer año consecutivo, la campaña IDONT, para hacer un llamado a acabar con el matrimonio infantil y las uniones tempranas.

 

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