Usted está aquí

XESACMALJA, Guatemala - La pequeña comunidad de Xesacmalja, ubicada cuatro horas al oeste de la capital de Guatemala, está asentada entre bosques de pinos y rodeada por arroyos.  En esta pobre aldea maya, las calles generalmente son tranquilas, pero el pasado mes de noviembre estuvieron muy concurridas y llenas de actividades cuando personas mayores y dignatarios llegaron allí para asistir a un evento organizado por las niñas de la comunidad. La celebración, realizada en un centro cívico local, mostró todos lo que las niñas habían logrado a través del programa Abriendo Oportunidades.

Casi la mitad de la población guatemalteca es indígena y más de 20 grupos mayas viven en áreas rurales aisladas con acceso limitado a los servicios básicos. A la edad de 15 años, seis de cada 10 niñas dejan de asistir a la escuela. A la edad de 18 años, casi el 40% de las niñas mayas están casadas – un porcentaje que casi duplica el de las niñas no indígenas. Abriendo Oportunidades pretende empoderar a las niñas para que continúen su educación y alcancen todo su potencial.

Las personas mayores, los líderes comunitarios, los medios de comunicación y fundaciones del sector privado – incluidos invitados que han viajado desde la capital – asistieron al evento, donde cerca de 20 niñas y adolescentes hablaron en quiché (uno de los 21 dialectos mayas que se hablan en Guatemala) y español acerca de cómo el programa les ha enseñado sobre sus derechos y la salud y cómo las ha empoderado para expresar su voz en sus comunidades.  

“Me siento muy orgulloso de estar hoy aquí con ustedes y poder escuchar a estas niñas contarnos acerca de cómo han aprendido nuevas destrezas a través del “Programa Abriendo Oportunidades”,  manifestó el alcalde a la concurrencia. “Me siento orgulloso porque creo que lo que más necesitamos es educación. Y digo esto porque la pobreza de mi familia no me permitió ir ni siquiera un solo día a la escuela… Puedo decirles que el apoyo que he logrado darles me llena de orgullo”.  

Niñas invisibles

La población de Guatemala es una de las más jóvenes, de más rápido crecimiento y menos educada en América Latina. Más de 2 millones de niños en Guatemala no asisten a la escuela. La mayoría de ellos son niñas indígenas que viven en áreas rurales. 

Muchas niñas indígenas permanecen en sus hogares y casi no tienen contacto con el mundo fuera de sus casas o aldeas. El aislamiento, la extrema pobreza, la falta de educación y la marginación social hacen que muchas niñas indígenas sean realmente invisibles.

Una investigación llevada a cabo por el Consejo de Población ha determinado que muy pocas de estas niñas tienen acceso a programas sociales. Solo cuando han quedado embarazadas es que tienen acceso a los servicios básicos de salud. Y una vez que sus bebés nacen, las niñas no pueden continuar con su educación y son privadas de las herramientas necesarias para lograr un mejor futuro para ellas mismas y sus familias. 

Una reciente evaluación del programa Abriendo Oportunidades determinó que: 100 por ciento de las niñas líderes de Abriendo Oportunidades había culminado el sexto grado, en comparación con 81.5 por ciento de las niñas a nivel nacional. Adicionalmente, un mayor número de niñas de Abriendo Oportunidades estaba asistiendo a la escuela al cierre del ciclo 2009-2010 del programa (72 por ciento), en comparación con el promedio nacional de niñas indígenas (53 por ciento de las niñas entre 13 y 15 años y 29 por ciento entre las de 16 a 17 años de edad) (USAID 2007). Noventa y siete por ciento de las niñas líderes de Abriendo Oportunidades entre las edades de 15 y 19 años seguían sin quedar embarazadas durante el ciclo del programa en comparación con el promedio nacional de 78.2 por ciento  (Segeplan 2010). Adicionalmente, 94 por ciento de las niñas líderes de Abriendo Oportunidades comunicaron que habían experimentado una mayor autonomía y se sentían más cómodas expresando sus opiniones y 84 por ciento dijo que su papel en el hogar había mejorado durante el ciclo del programa. Ochenta y ocho por ciento de las niñas líderes informó que tenían una cuenta bancaria y 44 por ciento había obtenido un empleo remunerado al finalizar el ciclo del programa.

Para romper este ciclo, el UNFPA y el Consejo de Población, en colaboración con los socios locales e internacionales, lanzaron  Abriendo Oportunidades en 2004. A través de los clubes de niñas de base comunitaria, el programa ayuda a las niñas entre 8 y 18 años de edad a desenvolverse durante las transiciones de la adolescencia. Se crearon espacios seguros en las comunidades rurales, donde las niñas y sus madres pueden reunirse para aprender importantes habilidades para la vida. Las sesiones cubren mejorar la autoestima, desarrollar aspiraciones, planificar el futuro, aprender acerca de la salud sexual y reproductiva y aprender cómo prevenir el VIH/SIDA. Los clubes, que son administrados por las mismas niñas, también ayudan a los miembros a desarrollar habilidades de liderazgo.

La Red de Recursos y Potenciación de Jóvenes Indígenas Guatemaltecas (GIGREN) fue establecida para actuar como una plataforma que permita a las niñas indígenas abogar por sus necesidades y promover sus derechos a nivel comunitario y nacional.  

La mayoría de las niñas líderes del programa regresa a la escuela y amplía sus metas educativas, lo que las guía hacia opciones de subsistencia seguras y saludables. Y, a medida que las niñas aprenden nuevas habilidades, sus familias y comunidades se fortalecen.  

“Mi papa es un alcohólico y a menudo abusaba de mí, de mi mamá y mis hermanos”, dijo Olga, quien recientemente se graduó de Abriendo Oportunidades. “Me estaba afectando y tuve que abandonar la escuela. Pero entonces me uní al programa y pude orientar a mi mamá para que lo echara de la casa. Ahora a todos nos va mucho mejor. Yo regresé a la escuela y mi madre viene conmigo a las reuniones de Abriendo Oportunidades. Ahora tengo una voz y planes para mi futuro”.

Próximos pasos

El programa ha llegado a más de 9,000 niñas indígenas en siete grupos étnicos mayas a lo largo de 40 comunidades rurales – y sigue expandiéndose. El proyecto piloto es ahora un programa cada vez más ampliado de Abriendo Oportunidades que se está implementando en 75 comunidades en el Municipio de Chisec en Alta Verapaz, la región más pobre de Guatemala. Se espera que llegue a 5,000 niñas en tres años.

UNFPA y el Centro de Población están ahora trabajando con el Instituto Guatemalteco de Educación Radiofónica (IGER) para incorporar programas radiales y educación a distancia en el proyecto. El programa ampliado intenta llegar a 15,000 niñas. Y los programas radiofónicos, a menudo escuchados por todas las mujeres en las casas, están teniendo un impacto multigeneracional.  

El programa también está haciendo un mayor énfasis en la alfabetización financiera y en ayudar a las niñas y mujeres jóvenes a obtener acceso a oportunidades de negocios.

Mientras el público en el centro cívico de Xesacmalja aplaudía los logros alcanzados por las jóvenes, quedó claro que las niñas habían aprendido más que unas simples sugerencias para mejorar sus situaciones. Habían aprendido acerca de su propia capacidad para iniciar cambios en sus vidas, las de sus familias y de su país como un todo.