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ASUNCIÓN, Paraguay - El envejecimiento de nuestra región es un tema serio y urgente. No es casual, por ello, que sea el centro de la agenda por estos días en Asunción, donde se lleva a cabo la Cuarta Conferencia Intergubernamental sobre Envejecimiento y Derechos de las Personas Mayores. Organizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Gobierno de Paraguay, a través del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social y del Ministerio de Relaciones Exteriores, la misma es un espacio clave en el que el Fondo de Población se encuentra participando activamente.

En el marco de la Conferencia que se inauguró hoy, UNFPA, presentó el informe “Una Mirada sobre el Envejecimiento”El documento describe la situación y el progreso en ocho países de América Latina sobre el envejecimiento y los derechos de las personas mayores, utilizando como marco de referencia el Plan de Acción Internacional de Madrid sobre Envejecimiento (2002) y la Carta de San José (2012).

“La disminución de las tasas de mortalidad y el aumento de la perspectiva de vida de la población mundial han traído como consecuencia su envejecimiento”, explica Esteban Caballero, Director Regional del UNFPA para América Latina y el Caribe. "Este rápido envejecimiento de la población en América Latina y el Caribe, agrega, plantea desafíos importantes, ya que la región continúa siendo la más desigual a nivel mundial y no ha alcanzado los índices de desarrollo humano de otras regiones con similares niveles de envejecimiento,” señaló Caballero.

El informe revela que la población en América Latina y el Caribe se encuentra en un proceso de envejecimiento, ya que para el año 2040 se espera que el grupo de personas de 60 años y más represente el 21% de la población, mientras que el grupo de aquellos menores de 15 años representará el 18%. Esto se traduce que mientras la población de 60 años y más se cuadruplicará, la menor de 15 años se reducirá a la mitad.

El informe también señala que este proceso de envejecimiento en la región ocurrirá a mayor velocidad de lo que se observó en países desarrollados. Dinámicas poblacionales como la migración y la baja fecundidad son factores determinantes que han contribuido a acentuar el envejecimiento.

El documento describe la información en tres ejes: (1) desarrollo social y seguridad económica en las personas mayores. (2) salud y bienestar, y (3) entornos favorables y propicios para la vejez. En el tema de desarrollo social y seguridad económica se aborda como un elemento fundamental para garantizar la calidad de vida de las personas mayores y se describen las diversas fuentes de ingreso en la vejez entre los países que brindaron información como sobre trabajo en la vejez, los ahorros acumulados, el sistema de seguridad social y pensiones, las transferencias familiares y las jubilaciones no contributivas. En este capítulo se describe el nivel de pobreza de las personas mayores, las contribuciones obligatorias y solidaridad intergeneracional, la necesidad de flexibilizar el entorno laboral y la edad de retiro.  

Otro de los ejes centrales del estudio es la salud. El perfil epidemiológico de las personas mayores en la región es complejo. Existe un aumento en la prevalencia de enfermedades crónicas y degenerativas, lo cual implica una adecuación a los servicios de salud y asignaciones presupuestarias para la prevención de enfermedades y promoción de la salud.

Sobre los entornos favorables y propicios, se compilan las descripciones que enviaron las oficinas de país relativo a los entornos físicos relativos a la situación estructural y coyuntural de las viviendas donde residen personas mayores; mientras que los entornos sociales es sobre las redes de apoyo de cuidado y otros servicios que promuevan el bienestar.

 

El informe destaca que el rápido envejecimiento de la población de América Latina y el Caribe trae consigo la necesidad de ampliar la visión en el reconocimiento de las personas mayores como sujetos de derechos y sujetos de desarrollo. Identificar retos tales como los fenómenos de la pobreza y vulnerabilidad social, reconocer las fortalezas del aporte de su experiencia y conocimiento para la sociedad, constituyen un camino certero para lograr una sociedad para todas las edades.

UNFPA hace hincapié en que se asegure el ejercicio de los derechos humanos, económicos, sociales, políticos y culturales de las personas mayores. Esto llevaría a erradicar la pobreza y la vulnerabilidad social, teniendo en cuenta el desarrollo urbano y rural, el envejecimiento activo y productivo, en el marco de la familia y la comunidad, así como la recreación y el uso del tiempo libre, en medio de un ambiente accesible.

Texto: Lorna Jenkins, Carolina Ravera y Guadalupe Valdés. Fotos: Pablo Salazar Canelos y UNFPA Argentina.

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