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CIUDAD DE PANAMÁ, Panamá - Actualmente en el mundo hay 12 millones de personas enfermas de COVID-19 y hay más de medio millón de fallecidos, esta es una catástrofe sin precedentes. Mientras que los sistemas de salud colapsan, las economías se ven afectadas, los sectores de la población más vulnerables también, especialmente en el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva y el aumento de la violencia basada en género.

El 11 de julio, se celebra el Día Mundial de la Población, un momento para sensibilizar a la población sobre las necesidades de salud y los derechos de las mujeres y niñas frente al impacto de la pandemia de COVID-19. 

“La crisis de la COVID ha tenido un impacto abrumador en las personas, las comunidades y las economías en el mundo entero. No obstante, sus repercusiones no son las mismas para todas las personas y, como sucede con frecuencia, las mujeres y las niñas son las que tienden a sufrir más”, declaró la Dra. Natalia Kanem, Directora Ejecutiva de UNFPA, a través de un comunicado especial

Aumento del riesgo para las mujeres

Las mujeres representan la proporción más grande del personal de salud que trabaja en la primera línea de respuesta, por ejemplo, tienen una exposición desproporcionada al coronavirus. Las cadenas de suministro en el mundo entero están enfrentando desafíos, una situación que ha incidido en la disponibilidad de anticonceptivos y está aumentando el riesgo de embarazos no planeados. 

A medida que los países imponen períodos de confinamiento y los sistemas de salud luchan por satisfacer la demanda de atención, los servicios de salud sexual y reproductiva se están relegando a un segundo plano, y la violencia de género está aumentando.

De acuerdo a estimaciones del UNFPA si las restricciones a la movilidad se prolongan por lo menos durante 6 meses más y existen afectaciones importantes a los servicios de salud, 47 millones de mujeres en países de ingresos medios y bajos podrían no tener acceso a anticonceptivos modernos, lo cual se traduciría en 7 millones de embarazos no planeados. Afectando de esta manera los esfuerzos por alcanzar la meta mundial de UNFPA de los tres ceros: cero necesidades insatisfechas de anticoncepción, cero muertes maternas evitables, y cero violencia de género y prácticas nocivas contra las mujeres y las niñas para el 2030.

América Latina y el Caribe

"A medida que el COVID-19 continúa extendiéndose por todo el mundo, América Latina y el Caribe se han convertido en un foco de la pandemia. En un contexto en el que ya existen enormes desigualdades, niveles elevados de trabajo informal y servicios de salud fragmentados, las poblaciones y las personas más vulnerables son una vez más las más afectadas", explicó el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres durante la presentación del Informe de Políticas Sobre los Efectos de la COVID-19 en América Latina y el Caribe. Lee el informe aquí

América Latina y el Caribe es actualmente el epicentro de la pandemia de COVID-19, registrándose más de 2 millones de casos. Esto hace vulnerable a toda la población, especialmente a las personas indígenas y afrodescendientes. 

Como es el caso de las mujeres en estado de embarazo de la comarca Gnäbe en Panamá, a quienes las restricciones de movilidad de la pandemia les pone como reto el poder acceder a servicios de salud y poder tener acceso a partos institucionales.

En países como El Salvador, las mujeres en las cárceles del país corren alto riesgo de infección de la COVID-19. Hay aproximadamente 4.000 mujeres encarceladas en El Salvador, según la Dirección General de Prisiones. Lee la historia completa aquí

Recientemente UNFPA publicó el resumen técnico “Implicaciones del COVID-19 en los pueblos indígenas de América Latina y el Caribe”, en donde presenta una serie de recomendaciones que contribuyen a profundizar con perspectiva de interculturalidad, cerrar brechas de desigualdad, fortalecer los mecanismos de protección y potenciar la participación de los pueblos indígenas frente a la pandemia. 

Otro resumen técnico publicado por el UNFPA se enfoca en “la salud y bienestar de las personas afrodescendientes frente a la COVID-19”. Resalta los principales factores de riesgo que deben ser atendidos de forma urgente para prevenir potenciales efectos negativos sobre sus vidas, su salud y su bienestar. 

Un claro ejemplo de las acciones que los pueblos indígenas y afrodescendientes están tomando frente al COVID-19, se refleja en las comunidades Garífunas de Honduras y cómo adaptaron a sus lenguas natales la información para crear conciencia y prevención sobre la pandemia. 

UNFPA también resalta que los países de la región deben tomar acciones para reducir significativamente la posibilidad de contagio de la COVID-19 entre las personas y la sobrecarga de trabajo de las/los proveedores de servicios de salud. Como lo detalla en el resumen técnico “Atención en Salud Sexual y Reproductiva y Planificación Familiar durante la emergencia sanitaria por la COVID-19 en América Latina y el Caribe”. 

“La pandemia está afectando particularmente a las comunidades vulnerables profundizando las desigualdades y amenazando con retrasarnos en nuestros esfuerzos por no dejar a nadie atrás. La respuesta ante la COVID-19 es de vital importancia para promover el desarrollo pero también proteger los derechos de las mujeres y niñas, especialmente de América Latina y el Caribe”, comentó Harold Robinson, Director para América Latina y el Caribe de UNFPA.

Entornos humanitarios (en respuesta a COVID).

Las circunstancias son aún más angustiantes en los entornos humanitarios. 

En Venezuela, se han necesitado envíos de suministros médicos para reforzar el sistema sanitario, que ya estaba en crisis antes de que estallara la pandemia.

El apoyo humanitario también era esencial para Afra Muhammad, de 19 años de edad, en Siria, que enfrenta complicaciones del embarazo que ponían en peligro su vida en el campamento de desplazados de Rukban. 

El UNFPA brinda apoyo a la región a través de la entrega de kits de dignidad ante emergencia e higiene a personas vulnerables a la pandemia. En Brasil, se han entregado más de 28,000 kits, en El Salvador más de 2,300. Nicaragua por su parte ha hecho entrega de insumos médicos. 

Violencia de género

El aumento de las tensiones en los hogares, exacerbado por las presiones económicas y las restricciones a la circulación, está desatando la violencia en todo el mundo. Las mujeres que se refugian en casa con sus abusadores a menudo no tienen a dónde acudir, y podría haber nuevas formas de violencia en aumento, como la violencia cibernética. 

En países como Perú, Según cifras del Ministerio de la Mujer, en un período de 40 días, se han recibido más de 17,000 llamadas en todo el Perú para pedir ayuda en casos de violencia intrafamiliar a través de la línea telefónica 100 del MIMP.  En Cuba, el 26% de las mujeres han sido víctimas de violencia basada en género, se estima que este número incremente luego de la Pandemia. Mientras que en República Dominicana, en el mes de mayo, a pocas semanas de haber iniciado las medidas de aislamiento, se registraron 8 feminicidios. En Ecuador, durante la cuarentena cada 5 minutos se registra 1 llamada a la línea de emergencia 911 por violencia basada en género.

Ante estas cifras y aumento de denuncias, las diferentes oficinas de UNFPA en la región (más de 25 oficinas) han promovido la concienciación y reducción de la violencia basada en género a través de campañas digitales.

Conmemorar el Día Mundial de la Población

En el marco del Día Mundial de la Población varios países de América Latina están organizando actividades enfocadas a movilizar esfuerzos colaborativos en todos los sectores encaminadas a proteger la salud y los derechos de las mujeres y niñas frente a la pandemia de COVID-19. Haz click aquí para conocer cuáles serán y participar. 

Texto: UNFPA y Guadalupe Natareno.