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CHURCAMPA, Perú - La mortalidad materna es un asunto urgente de salud pública y derechos humanos que tiene un impacto en el desarrollo social y económico de las comunidades. La atención del parto por parte de personal calificado es una medida imprescindible para garantizar la vida sana y promover el bienestar de las personas, como se propone en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

En América Latina y el Caribe, demasiadas mujeres aún no tienen acceso a servicios de calidad de salud materna. Como resultado, cada año alrededor de 7,300 mujeres mueren durante el embarazo, el parto y el puerperio, mientras que aproximadamente 1 millón no da a luz en centros de salud. Aproximadamente 2 millones de recién nacidos no reciben el tratamiento necesario para evitar complicaciones.

Perú se encuentra entre los cinco países de América Latina y El Caribe que más ha avanzado en términos de reducción de mortalidad materna en los últimos años. 

El establecimiento de salud de Churcampa inició un proceso de adecuación intercultural de sus servicios de salud materna inspirado en los progresos de los establecimientos de salud de Ayacucho, región pionera en este ámbito. Diez años más tarde, consolidado y reconocido como un centro emblemático por la calidad de su atención, comparte sus avances con profesionales de salud de Ayacucho.

“La salud materna intercultural es muy importante porque nos permite acercarnos más a personas de diferentes culturas donde trabajamos. Así, más gente acude con mayor confianza al establecimiento de salud y hay una mejor atención”, comentó Carmen Méndez Gómez, licenciada en enfermería del Centro de Salud San José de Secce, Ayacucho.

“Gracias a la salud materna con pertinencia intercultural se está reduciendo la morbi-mortalidad materna neonatal en nuestras localidades, centros de salud y como región en Ayacucho. Va a ser importante para mí llevar estas experiencias y vivencias para volver a crecer como centro de salud para que de nuevo seamos pioneros en el tema”, señaló Miriam Gutiérrez Castro, obstetra del centro de salud de Vilcashuamán, Ayacucho.

En América Latina y el Caribe la situación de salud de los pueblos indígenas, y particularmente de las mujeres, es una preocupación en el ámbito de la política pública y de los propios pueblos que demandan revertir esta situación. 

En comparación con las poblaciones no indígenas, los indicadores de salud son desfavorables para las mujeres, hombres y familias indígenas. En relación con la salud materna, se registran niveles inaceptablemente altos de mortalidad materna en mujeres indígenas. La mayoría de esas muertes se producen por causas evitables. 

Costumbres y conocimientos locales fortalecen la salud en Churcampa

Churcampa es una provincia de la región de Huancavelica que alberga a poco más de 44 mil pobladores. Su población es rural y de habla Quechua (la lengua originaria más difundida en el Perú). 

En esta pequeña provincia, a más de 2000 metros de altura sobre el nivel del mar, se encuentra el Centro de Salud de Churcampa, un lugar donde los servicios están enfocados en los derechos y en el bienestar de las mujeres.

Hace 20 años, 8 de cada 10 partos en Churcampa se daban en el hogar, atendidos por familiares o parteras tradicionales, sin las condiciones adecuadas para prevenir y atender complicaciones en la salud de las mujeres gestantes y sus bebés. 

Una década después, el centro de salud de mayor cobertura de dicho distrito inició un innovador proceso de adecuación intercultural y fortalecimiento de sus servicios motivado por la experiencia emprendida en Ayacucho, particularmente en Vilcashuamán.

Para lograrlo, fue clave la adopción de medidas como la construcción participativa de un modelo de atención con enfoque intercultural, incluyendo el diálogo entre proveedores y usuarias, así como la capacitación y sensibilización al personal del establecimiento en interculturalidad, medicina tradicional, valoración de saberes tradicionales, derechos humanos, emergencias obstétricas y parto vertical.

En paralelo, se empoderó a las usuarias mejorando sus conocimientos sobre derechos humanos y acerca de su responsabilidad en cuanto al cuidado de su salud reproductiva. En los años que siguieron se validó el módulo de parto vertical y se difundieron los servicios del establecimiento de salud y el parto vertical mediante una estrategia de comunicación y abogacía con el apoyo de los medios de comunicación y la participación de la comunidad. Asimismo, se buscó la sostenibilidad con el apoyo de diversas organizaciones de la sociedad civil y la cooperación internacional.

Hoy, el Centro de Salud de Churcampa atiende el 95% de los partos de mujeres en la provincia con adecuación cultural y se ha convertido en un modelo de atención reconocido internacionalmente.

Cuando una mujer gestante va a atenderse a Churcampa, sabe que puede ir acompañada de sus familiares; que encontrará personal que las atienda con amabilidad y en su lengua materna; que se respetarán sus costumbres y se tomarán en cuenta sus saberes y experiencias; y que podrá dar a luz de la manera que más les acomode. Ello ha repercutido en una mayor demanda y satisfacción por los servicios de salud materna y neonatal.

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