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Entrega Especial: Día Internacional de la Partera, 5 de mayo 2018
 

“A los 21 años entré a la Escuela de Partería, con el ánimo de servir a la comunidad a través de la práctica del cuidado de la salud materna,” cuenta Iris Vassel Murray, quien tiene más de 38 años siendo partera.

El desarrollo de la partería se considera una estrategia eficaz para aumentar la calidad y la disponibilidad de los servicios de salud sexual y reproductiva con un fuerte énfasis en la atención prenatal, atención del parto y post parto, mejorando así la salud y el bienestar de las mujeres, los recién nacidos y las familias.

La implementación de servicios de partería de calidad podría evitar aproximadamente dos tercios de muertes de mujeres y recién nacidos en todo el mundo.

En América Latina y el Caribe, demasiadas mujeres aún no tienen acceso a servicios de calidad de salud materna. Como resultado, cada año alrededor de 7,300 mujeres mueren durante el embarazo, el parto y el puerperio,  mientras que aproximadamente 1 millón no da a luz en centros de salud. Aproximadamente 2 millones de recién nacidos no reciben el tratamiento necesario para evitar complicaciones.
 

Un recorrido lleno de retos

Cuando Rosario Valdés inició su carrera como partera, viajó como voluntaria a Uganda. “Fue una experiencia muy desafiante lograr comunicarme con las colegas, ganarme su respeto, trabajar en equipo e intentar al mismo tiempo de cambiar ciertas conductas en ellas”.

Para Valdés el mayor reto estuvo en lograr un balance entre saber que muchas veces tenía el argumento científico para discutir ciertas conductas y tener la sensibilidad para entender que las costumbres y creencias eran superiores.

“Fue una lucha de día a día, pero nada se compara con la satisfacción de ver a mujeres llorar de alegría y ver salir adelante a prematuros a los cuales ya habían declarado muertos. Esa es sin duda una de la mejores experiencias profesionales y personales de mi vida,” señala Rosario.

El caso de Rosario es un ejemplo de cómo las parteras competentes y profesionales pueden contribuir de forma positiva en la introducción de modelos interculturales de atención en los servicios de salud materna.

Una atención de partería de calidad es respetuosa, se centra en las necesidades de las mujeres y los recién nacidos, con cuidados seguros, administrados por matronas compasivas y competentes.

Alma Virginia Camacho, Asesora Regional de Salud Sexual y Reproductiva para América Latina y el Caribe, del Fondo de Población de las Naciones Unidas, UNFPA, señala que la partería profesional es una estrategia clave para mejorar los resultados de salud materna y perinatal y reproductiva  en varios países de la región, ya que son modelos de atención de calidad y centrados en las mujeres y sus necesidades.

Las matronas fomentan los derechos de mujeres y adolescentes, proporcionando atención adecuada, y brindando servicios de consejería oportuna y adecuada  para que puedan tomar decisiones informadas sobre su salud sexual y reproductiva.

Avances y desafíos de la partería profesional en la región

Desde el año 2011, UNFPA ha contribuido al fortalecimiento de la partería en América Latina y el Caribe, por medio de alianzas de cooperación exitosas con organizaciones renombradas como la Confederación Internacional de Matronas (ICM), la Federación Latinoamericana de Obstetras, la Asociación Caribeña de  Parteras Profesionales, y la Fundación MacArthur, con esta última los esfuerzos se han centrado en el fortalecimiento de la partería profesional en México a través de modelos de Cooperación Sur-Sur. En los últimos años se estima que se han mejorado las competencias de más de 1000 parteras profesionales en la Región.

En el marco de estas alianzas de colaboración, las intervenciones exitosas y estratégicas han incluido el desarrollo de capacidades en la educación basada en competencias, mejoramiento de competencias en planificación familiar, salud materna y neonatal,   la preparación de líderes jóvenes de partería, preparado perfiles de partería de los países que condujeron a la publicación sobre el Fortalecimiento de la Partería en América Latina y el Caribe (2014) y el desarrollo de asociaciones o redes regionales de partería (CRMA en el Caribe, FLO en América Latina).

Según Camacho, “para lograr mayores avances en la reducción de la mortalidad materna e infantil, es clave priorizar el fortalecimiento de la educación en partería, la regulación orientada a fortalecer la autonomía de las parteras profesionales y el alcance de su práctica,  la abogacía para la promoción de modelos de partería profesional centrado en las mujeres y asociaciones de partería en la región, a través del fortalecimiento del rol de las asociaciones que pertenecen a la ICM”.

Lorena Binfa, Directora del Departamento de Promoción de la Salud de la Mujer y el Recién Nacido en Chile, considera que la región ha avanzado en “la incidencia en la calidad de los programas de formación en partería, apoyando la creación de nuevos programas de partería donde no los hay, fortaleciendo y actualizando a las parteras con las nuevas evidencias, lo cual ha permitido avanzar en brindar a las mujeres y sus hijos una atención de salud sexual y reproductiva de calidad”.

Por su parte, Ema Schuler, Vicedecana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional de Entre Ríos, en Argentina, señala que en los últimos dos años la región ha avanzado significativamente en  la unión profesional en partería, así como la voluntad del trabajo colaborativo, pilares fundamentales para lograr las metas propuestas desde la abogacía, la asociación y la educación.

Sandra Oyarzo, Representante Regional de ICM Américas, señala que entre los principales desafíos que aún persisten a nivel regional, figura “la estandarización en la formación a nivel regional que permita avanzar en la profesionalización del ejercicio de la partería, así como el marco regulatorio de la misma en la región”.

Un aspecto que continuará siendo una prioridad para la región es la formación de líderes de recambio preparados. Es importante que las y los jóvenes se motiven y participen activamente de las asociaciones de parteras profesionales y matronas.

Es fundamental que las líderes que han luchado de manera permanente por la profesión y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres se sumen a este esfuerzo ocupen un lugar relevante en la formación de las nuevas generaciones.

La comunidad global ha respaldado consistentemente la expansión de la atención a la mujer por parte de parteras como una manera de enfrentar la escasez y la distribución inequitativa de personal de salud en muchos países.

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