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JEREMIE, Haití – La noche en que el huracán Matthew golpeó a Haití, Marie-Lyrette Casimir, de 46 años, era la única partera de turno en la unidad de maternidad del Hospital  St. Antoine en Jérémie. Este sería el único edificio del hospital que no fue reducido a escombros.  

La tormenta cobró fuerzas alrededor de la medianoche, relató la Sra. Casimir. Vientos de más de 200 kilómetros por hora sacudieron el hospital, desgarrando partes del techo. El torrencial aguacero destrozó ventanas y se cortó el suministro eléctrico.

En la sala de partos, el agua llegaba hasta las rodillas de la Sra. Casimir. Se escuchaban gritos de otras partes del hospital, aterrorizando a las mujeres que tenía bajo su cuidado. “Traté de consolarlas”, dijo, aún cuando ella misma se sentía atemorizada.  

Marie-Lyrette Casimir, de 46 años, temía por su seguridad la noche del huracán. Pero eso no impidió que trabajara durante toda la noche.

Dijo que aún así “Tuve que quedarme en el hospital para trabajar. Mi conciencia profesional no me dejaría salir. No podría haber dejado a las mujeres morir allí”.

Esa noche, la Sra. Casimir trajo al mundo a seis bebés en forma segura con el uso de linternas.

Se sintió aliviada al informar que en esa noche de peligro no se registraron muertes en la unidad de maternidad.

Instalaciones de salud en mal estado, las necesidades van en aumento

UNFPA acaba de realizar con los ministerios de salud pública  y de asuntos de la mujer de Haití, una evaluación conjunta de las infraestructuras de salud en los dos departamentos más afectados – Grand’ Anse y Nippes. También evaluaron las necesidades de salud y seguridad de las mujeres y niñas afectadas.  

De las 26 instalaciones de salud evaluadas, 23 resultaron afectadas. De las 11 instalaciones solo en Grand'Anse, dos quedaron completamente destruidas, dos tuvieron que cerrar, ninguna tenía electricidad ni agua y todas requirieron personal sanitario.  

El huracán Matthew golpeó a Haití el 4 de octubre, desencadenando la mayor devastación que ha sufrido el país desde el terremoto de 2010. 

Los trabajadores sanitarios que quedaron enfrentan tiempos difíciles. Entre la población afectada por el huracán, hay más de 540,000 mujeres y niñas en edad reproductiva, todas las cuales necesitarán una atención sanitaria de calidad.

En las áreas afectadas de Nippes y Grand'Anse, más de 13,650 mujeres embarazadas están programadas para dar a luz en los próximos tres meses. El 15 por ciento de esas mujeres probablemente tendrán complicaciones que requieran del cuidado obstétrico de urgencia.  

La destrucción en los departamentos de Grand’Anse y Nippes es generalizada. 

Y las mujeres que han dado a luz recientemente necesitarán contar con servicios posteriores al parto. Algunas de estas nuevas madres no tendrán un hogar donde regresar después de ser dadas de alta.  

Judelaine, de 24 años, dio a luz a su primer hijo en el centro de salud comunitaria de L'Asile, en el suroeste de Haití.

Su esposo, sentado junto a su cama, irradiaba una mezcla de alegría y nerviosismo. La pequeña casa de la pareja acababa de ser destruida por el huracán. Desde entonces, estaban viviendo en casa de amigos.  

“El viento destrozó mi casa”, dijo Judelaine. “Destruyó por completo el patio”.

Parteras haciéndose presentes

“Nuestra tarea urgente es proteger la salud y los derechos de las mujeres y las niñas, y garantizar que sus necesidades básicas, que a menudo pasan desapercibidas en situaciones humanitarias, se satisfagan con prontitud”, expresó Babatunde Osotimehin, director ejecutivo de UNFPA. 

Esto incluye servicios para las sobrevivientes de violaciones sexuales. La falta de seguridad podrá estar exacerbando la violencia de género.

UNFPA proporcionará acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva a través del sistema de ‘ventanilla única’ integrada por parteras capacitadas en la escuela de partería financiada por UNFPA en Puerto Príncipe. UNFPA también pagará para rehabilitar 15 unidades de maternidad y apoyará las clínicas móviles para sobrevivientes de la  violencia de género.

Paralelamente, un equipo de UNFPA está trabajando con el ministerio de salud para desplegar a las parteras en los centros de maternidad de Grand’ Anse y Nippes.

Ayer UNFPA recibió en Puerto Príncipe un total de 261 kits de salud reproductiva que serán distribuidos a las instalaciones de salud en las áreas afectadas. Los kits contienen medicamentos y suministros para facilitar el parto seguro, proporcionar acceso a la planificación familiar y apoyar otros servicios de salud sexual y reproductiva. Los materiales están dirigidos a unas 390,000 personas.  

UNFPA también ha distribuido cientos de utensilios de cocina, higiene y alimentos que beneficiarán a las mujeres y niñas en las áreas más afectadas.

Aún no se ha calculado el costo del extenso daño causado por Matthew en los sectores de la agricultura, pesca y ganadería. Sin lugar a dudas, la magnitud total de la destrucción arrastrará a las familias hacia una mayor pobreza, haciendo que las mujeres y niñas sean todavía más vulnerables.   

“Me preocupa mucho el futuro”, dijo la Sra. Casimir.

Texto: Vario Serant Fotos: Eddie Wright y Vardine Jean-Baptiste.