Usted está aquí

Cuando suenan los tambores de las Kuña Afro, ellas se comunican con sus ancestros, se conectan a través del sonido y la danza con su identidad, preservan y visibilizan su cultura, que hasta hace poco tiempo era sistemáticamente negada.
 “El grupo Kuña Afro (kuña, mujer en guaraní) aporta visibilidad a las personas afrodescendientes”, explica Bárbara Araceli Medina (27).
Ella es licenciada en Radiología y está al frente, junto a su madre Marcelina Medina, de un emprendimiento familiar gastronómico.
Aun teniendo una carrera no ha logrado insertarse profesionalmente en su campo de estudios, realidad de muchas mujeres afrodescendientes, quienes enfrentan disparidades y barreras mientras llevan adelante sus proyectos de vida.
 
 

Bárbara argumenta que es muy importante que las estadísticas registren a todas las poblaciones para tener acceso a oportunidades y poder ejercer sus derechos (UNFPA Paraguay/Iván Acosta).

 

“La desigualdad que vivimos las personas afrodescendientes se ven reflejadas en el acceso a la educación, al empleo, a la vivienda adecuada”, sostiene.

 

Ernestina frente a la violencia

Ernestina fue insultada y maltratada por un policía en una estación de bus porque su color de piel la hizo sospechosa. “La violencia racial y discriminación que pasamos las mujeres afro nunca cambia. Por ser mujeres, por ser negras, por ser trabajadoras. No se visibiliza”, expone Ernestina.

 

 

 

“Toda esta vida he cargado con esas cadenas. Y sigo luchando". Su testimonio podría ser el mismo de miles de mujeres de toda la región.

A pesar de la denuncia de ese hecho y los testigos a su favor, ni siquiera hubo disculpas para Ernestina por parte de las autoridades. No obstante, en la actualidad, es una activista que sigue luchando por sus derechos y los de otras mujeres afroperuanas que viven en Villa El Salvador, al sur de Lima.
 

Partera vital, una respuesta exitosa desde Colombia

Las mujeres y niñas afrodescendientes tienen más probabilidades de morir durante el parto, lo que a menudo se atribuye al hecho de que no recurren al tratamiento a tiempo, llevan hábitos de vida poco saludables o tienen una predisposición genética. En un nuevo análisis del UNFPA, se refutan categóricamente estas ideas erróneas y se concluye que existe un patrón sistémico e histórico de abuso de carácter racista en el sector de la salud en todos los continentes.

Sin datos, no es posible superar estas barreras; pero solo 11 de 35 países de la región recopilan estadísticas sobre moralidad materna desglosadas por etnia o raza.

Sin embargo, hay señales de esperanza. Por ejemplo, el programa Partera Vital, redujo las muertes maternas a cero en Chocó, Colombia, al procurar comprender y responder a las necesidades específicas de afrocolombianas e indígenas.

 

 

 

 

Este proyecto de innovación social, integró el saber comunitario y la institucionalidad para reducir la mortalidad y la morbilidad materna y perinatal en dichas poblaciones.

 

30 parteras y parteros del Chocó en Colombia forman parte de la iniciativa de innovación social Partera Vital (UNFPA Colombia).

 

Ana Isabel, partera colombiana de 84 años, confiesa que ser partera es “ayudar a la familia y a la comunidad”. Ella ha recibido un sinnúmero de bebés: “ya no llevo la cuenta, lo que sí tengo claro es que nunca se me ha muerto ninguno”.

 

A 30 años de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo

“La población afrodescendiente de América Latina se estima en 153,7 millones de personas, lo que representa 23,7% de su población total”, informó, a finales de 2023, Fabiana del Popolo, Jefa del Área de Demografía e Información sobre Población del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE), División de Población de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), durante el diálogo regional virtual dedicado a afrodescendientes en el contexto del 10mo. aniversario del Consenso de Montevideo.

Popolo señala que, pese a los logros educativos de las mujeres afrodescendientes, persisten importantes brechas de ingreso laborales que las penalizan.

Al mismo tiempo, “la maternidad adolescente es más elevada entre las afrodescendientes” y “en 5 de los 6 países con información disponible, la demanda insatisfecha de planificación familiar es más elevada en este grupo”.

En este contexto, el UNFPA desempeña una función de liderazgo a nivel mundial para la mejora de la atención sanitaria y la consecución de la justicia y el desarrollo en beneficio de las personas afrodescendientes, en especial de las mujeres y niñas.