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ASUNCIÓN, Paraguay - El desaprovechamiento del bono demográfico en Paraguay es “un problema estructural” para el sociólogo e investigador paraguayo, José Carlos Rodríguez, quien ve al país “muy deficiente” en materia de gestión pública, y con “muy poca inversión en el desarrollo de la población”.

Rodríguez es investigador del Instituto Desarrollo, un centro de investigación abocado a la formulación, ejecución y evaluación de políticas públicas para la mejora de las condiciones de vida y oportunidades en el Paraguay. Es integrante de redes regionales de centros de generación y aplicación del conocimiento para el desarrollo, destacándose entre los 50 primeros de América Latina.

“Este es un país donde además la política está vinculada más que nada a obtener beneficios particulares y no generales, y la elite, la clase empresarial no quiere pagar ni buenos salarios ni buenos impuestos, lo que nos da como resultado una población pobre y un Estado que administra esa pobreza”, afirma Rodríguez.

El investigador apunta que “la clase dirigente está tan empecinada en ganar elecciones que no tiene tiempo de pensar en estas cosas. Y la ciudadanía está tan desesperada, porque mayoritariamente es pobre, que tampoco tiene tiempo ni los elementos necesarios para poner energía en estas cosas”.

Precisamente, fue el Presidente de la República, Horacio Cartes, quien hizo mención al bono demográfico y su oportunidad para el desarrollo del país durante un discurso al cierre de las elecciones internas de su partido hace diez días.

La mención del Presidente de un tema que intelectuales como Rodríguez señalan por su ausencia en la agenda gubernamental, abre ciertas expectativas sobre el diseño y la implementación de políticas públicas dirigidas a la juventud, un segmento de población que en Paraguay está muy golpeado por el desempleo y la falta de oportunidades educativas.

Según el último censo nacional, el 60% de la población paraguaya tiene menos de 30 años y el 29% tiene entre 15 y 29 años, un segmento que Rodríguez prefiere describir como “lucro cesante” más que como Bono Demográfico, porque “si esta población joven no encuentra un sustento o no está capacitada, en realidad el bono no se realiza, no se cumple".

Las estadísticas parecen darle la razón. Según la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos (DGEEC) la desocupación alcanza a 122.277 jóvenes de entre 15 a 29 años, mientras que la subocupación, un problema que el mismo gobierno reconoce como más grave, llega a 341.514 jóvenes. Algunos trabajan menos de 30 horas y otros más de 30, sin llegar al salario mínimo. “El salario mínimo es en realidad el máximo”, ilustra Rodríguez.

La oficina local del UNFPA, Fondo de Población de las Naciones Unidas, remarca que según los mismos datos oficiales, más del 40% de los adolescentes paraguayos no cursan la educación secundaria, una de las tasas más altas de la región, y tan solo un 5% tiene acceso a internet.

Paraguay es un país de ingreso medio bajo, con 23% de la población viviendo en la pobreza y 10% en la pobreza extrema.

El aprovechamiento de la oportunidad demográfica histórica que vive el país, con la mayoría de su población en edad productiva, mediante políticas públicas que estimulen la participación juvenil en el mercado laboral y educativo, fue uno de los grandes ejes de trabajo propuestos por la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, que se celebró en El Cairo, Egipto, en 1994.

La región avanzó muy poco desde entonces en la materia. Apenas en la última década algunos países han desarrollado planes y programas en esa línea. En Paraguay, dice Rodríguez, “lo que está detrás, conspirando, contra nuestro bono es la enorme desigualdad existente, aquí la mayor parte de la población no tiene condiciones para dedicarse al estudio, entonces prefieren estudios fáciles y baratos”. 

Según Rodríguez, “otro tema grande que nos falta es la productividad, porque hemos tenido crecimiento económico, gente salida de la pobreza, pero eso no es sustentable sin productividad, y sin el desarrollo de competencias que no tenemos en este momento, porque aprovechar el Bono Demográfico significa que estos jóvenes tengan la capacidad de pelearle al siglo XXI mejor que la que tuvimos nosotros en el siglo XX”.

 

Crédito Editorial: Marcelo Ameri y Carolina Ravera Castro, UNFPA Paraguay