CIUDAD DE MÉXICO, México - Quizá uno de los puntos que mejor muestran el avance en América Latina y el Caribe, y todo lo que queda aún por hacer, es el reconocimiento de los derechos sexuales, así como los derechos reproductivos. El Consenso de Montevideo coloca a nuestra región a la vanguardia de los acuerdos, pero a la par la enfrenta realidades dispares que precisan de urgente resolución.
La disparidad entre países es muy importante. En el caso de Uruguay se estimó en el 2010 una razón de mortalidad materna de 29 muertes maternas por 100.000 nacidos vivos y para Guatemala la estimación fue una razón de 120. En el Caribe inglés, Guyana presenta una razón de mortalidad materna de 280 muertes maternas por 100.000 nacidos vivos. Finalmente Haití, presenta la razón más alta de la Región de 350 muertes maternas por 100,000 nacidos vivos.
"Me encanta todo lo que conlleva ser madre", dijo Loilobies, una mujer embarazada en Puerto Príncipe, Haití. Sin embargo, para convertirse en madre, ella y otras mujeres de este país asumen riesgos inaceptablemente altos: las tasas de mortalidad materno infantil de Haití son las más altas del hemisferio occidental.
Se calcula que aún en mueren anualmente más de 8.800 mujeres por causas relativas al embarazo, el parto o el puerperio y la mayoría de esas muertes son evitables.
El Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo reconoce los derechos sexuales y los derechos reproductivos como parte integral de los derechos humanos. Este vínculo inseparable y “el acceso universal a derechos sexuales y reproductivos es un tema de derechos, un tema de democracia que implica legalidad y legitimidad”, sostiene Ana Cristina González Vélez, de la Articulación Feminista Marcosur, al referirse a este acuerdo a su Guía Operacional en la que se dan avances claros para fortalecer el respeto a la libertad y a la toma de decisiones de las personas, durante la Segunda Reunión de la Conferencia de Población y Desarrollo.
Uno de los aspectos clave resaltados en materia de salud sexual y reproductiva de adolescentes es el acceso efectivo a servicios e insumos y a una educación integral de la sexualidad. Enfrentada a barreras culturales y sociales, la educación específica en materia de sexualidad es la llave para empoderar a adolescentes y jóvenes y marcar la diferencia en próximas generaciones.
Las complicaciones durante el embarazo y en el momento del parto son las principales causas de muerte entre las adolescentes de 15 a 19 años en los países de ingresos medios, dando como resultado miles de muertes cada año. El riesgo de mortalidad materna es mayor en adolescentes, especialmente menores de 15 años, que entre mujeres adultas.
Alrededor de 70.000 adolescentes en países en desarrollo mueren al año por causas relacionadas con el embarazo y el parto; y las complicaciones del embarazo y el parto son la principal causa de muerte en mujeres adolescentes mayores.
Reconocer los derechos sexuales y los derechos reproductivos como parte integral de los derechos humanos no sólo es indispensable para asegurar un desarrollo equitativo en la región, sino que es un imperativo para salvar vidas.
Texto: Carolina Ravera Castro / Fotos: Guadalupe Valdés, UNFPA; Jorge Chavarría Alemán, UNFPA Guatemala.
Otros Recursos: