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Declaración de la Directora Ejecutiva del UNFPA, Dra. Natalia Kanem

Cada día trae consigo nuevos horrores para las mujeres y las niñas en Puerto Príncipe, ya que la violencia ha alcanzado niveles aterradores en los últimos meses. Los residentes de la capital haitiana y sus alrededores viven con miedo mientras bandas armadas violan, secuestran y asesinan con impunidad.

Muchas casas han sido quemadas o saqueadas, lo que ha obligado a miles de mujeres, niñas y niños a huir a lugares de desplazamiento temporal fuera de la capital. Las condiciones en estos sitios son deplorables, con mujeres y niñas en mayor riesgo de explotación sexual y violencia y con personas que luchan por conseguir alimentos, agua potable y otras necesidades básicas. Casi la mitad de la población del país se enfrenta a una grave inseguridad alimentaria.

El UNFPA está alarmado por los recientes ataques a hospitales e instalaciones de salud. Menos de la mitad de los centros de salud de la capital están en pleno funcionamiento, y aquellos que lo están corren el riesgo de quedarse sin suministros esenciales. Para las aproximadamente 3.000 mujeres que actualmente están embarazadas en el área metropolitana de Puerto Príncipe, las limitadas instalaciones de atención de salud materna hacen que dar a luz sea aún más peligroso. Esto, en un país donde ya mueren cada año 1.500 mujeres por complicaciones durante el embarazo y el parto. Se estima que sólo el 3 por ciento de las sobrevivientes de violación reciben asistencia médica dentro de las 72 horas posteriores a la agresión. La mayoría sufre en silencio.

Se necesita con urgencia mayor financiación y acceso seguro para que los servicios y suministros que salvan vidas puedan llegar a todas las personas necesitadas. El UNFPA ha permanecido en la capital desde el comienzo de la crisis. Junto a la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), el UNFPA está apoyando tres hospitales de Puerto Príncipe para que proporcionen servicios de salud materna, incluida atención obstétrica de emergencia. El UNFPA y sus socios han proporcionado medicamentos y suministros, incluyendo insumos para el tratamiento clínico de violaciones, a 13 centros de salud en la capital y la región circundante. Hemos desplegado clínicas móviles en siete sitios de desplazamiento para apoyar la salud sexual y reproductiva de mujeres y niñas, las cuales han beneficiado hasta el momento a cerca de 4.500 personas. También apoyamos líneas directas para sobrevivientes de agresión sexual, así como centros que brindan apoyo psicosocial, y hemos distribuido miles de kits de dignidad que contienen artículos de higiene y otros suministros esenciales para las personas más vulnerables.

Con el Consejo Presidencial de Transición ya establecido, la comunidad internacional debe trabajar con y para el pueblo de Haití, para restaurar la seguridad pública y el estado de derecho, reconstruir el sistema de salud y establecer servicios sólidos para prevenir y responder a la violencia de género. Es fundamental el despliegue de una Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad para ayudar a la Policía Nacional a abordar la situación de seguridad.

Existe una necesidad urgente de soluciones de protección duraderas en Haití que integren los derechos y necesidades de las mujeres, las niñas y todos los civiles. Debe cesar la violencia atroz e indiscriminada contra las mujeres y las niñas. Lo que las mujeres y las niñas necesitan es paz y seguridad, la seguridad de que el mundo no las abandonará y apoyo para construir un futuro mejor.