Santiago, 7 de octubre de 2009 - América Latina y el Caribe sigue siendo la región más desigual del mundo en términos de la distribución de ingresos y de activos como tierra, capital, salud, educación y tecnología, lo que limita las posibilidades de cumplir para 2014 con los compromisos asumidos por la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD), destacaron hoy autoridades y expertos de la región en Santiago, Chile.
Los especialistas se reúnen desde hoy y durante dos días en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en el seminario regional Avances y acciones clave para la implementación del Programa de Acción de El Cairo, a 15 años de su aprobación .
“A pesar de los importantes logros, no debemos ser complacientes. Hay todavía niveles inaceptables de desigualdad social y de segmentación en nuestra región, sobretodo en materia de empleo. Y todavía existen 181 millones de latinoamericanos pobres y más de 70 millones de indigentes”, dijo Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL.
“América Latina tiene mucho que celebrar. Pero el desafío mayor sigue siendo cómo reducir las disparidades. Tenemos sólo cinco años para acelerar el progreso en el cumplimiento del Programa de Acción de El Cairo”, dijo por su parte Mari Simonen, Directora Ejecutiva Adjunta del UNFPA, Fondo de Población de las Naciones Unidas.
El Programa de Acción de El Cairo sitúa el bienestar de cada ser humano en el centro del proceso de desarrollo. Pese a avances en varias materias, hay áreas en las que se registran progresos insuficientes, entre otras:
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- Reducción de la pobreza: A pesar de que la pobreza descendió en los últimos cinco años de un 44% a un 33%, persiste un alto volumen de personas pobres e indigentes—181 y 70 millones de personas, respectivamente.
- Reducción de la mortalidad materna: Aunque hay una tendencia general de disminución de la mortalidad materna, todavía permanece inaceptablemente alta en la mayoría de los países de la región. En Bolivia, Ecuador, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras y Perú la tasa de mortalidad materna se sitúa en 200 muertes por cada 100.000 nacidos vivos
- Reducción del embarazo adolescente: La tasa global de fecundidad bajó de 5,9 hijos en 1950-55 a 2,4 en el presente quinquenio. Esto es así para todas las mujeres, excepto para las adolescentes, que han aumentado su aporte a la fecundidad total, prácticamente duplicándolo: de 8,5 por ciento en 1950-1955 a 14,3 por ciento en 2000-2005.
- Propagación del VIH: Si bien los avances en la región podrían transformarla en la primera del mundo en alcanzar los compromisos acordados de detener y comenzar a reducir la propagación del VIH, la epidemia cada vez tiene un rostro más joven. La mayor parte de los países de la región no tienen políticas con respeto a la educación sexual, elemento central para el desarrollo.