SALVADOR, BRASIL (26 de mayo de 2010) -  Bajo aplausos unánimes, se aprobó en la ceremonia de clausura de la Preconferencia de las Américas, realizada hoy en la capital de Bahía, el llamado a la acción con 44 puntos y el conjunto de 16 proposiciones acordadas durante el encuentro. Bautizado como “Carta de Bahia”, el documento final logró reunir las principales contribuciones de las y los 259 jóvenes, representantes de gobiernos, parlamentarios y de la sociedad civil participantes en la Preconferencia, intensamente debatidas durante los tres días del evento. 

 

El Sr. Stefano Petinatto, Asesor Regional del PNUD, en representación del Equipo de Directores Regionales para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas y del Grupo Inter-agencial para la Juventud, manifestó que el encuentro fue considerado “un rotundo éxito”. Según los representantes, el foro “recordó que la temática de la juventud es transversal, y, por tanto, bastante compleja en su manejo al estar vinculada a temas muy distintos e importantes al mismo tiempo". Destacaron la relevancia del encuentro de Brasil como un ejercicio de aprendizaje y preparación a la Conferencia Mundial de la Juventud   que se celebrará en México en el mes de agosto. Además subrayaron la necesidad de dar seguimiento a los compromisos planteados, “para que se cumplan todos”.

 

Para el presidente del Consejo Nacional de Juventud de Brasil, Danilo Moreira, “lo que movió la Preconferencia fue el compromiso asumido por cada uno”. En su opinión, la Carta de Bahia señala una nueva etapa para la juventud de las Américas y del mundo, por incluir a la juventud como sujeto de derechos y elemento indispensable para un nuevo modelo de desarrollo, en base a la inclusión y la sostenibilidad.

 

Dos liderazgos juveniles representaron las y los jóvenes en la ceremonia. La brasileña Michelle Ribeiro comentó la importancia del proceso de diálogo establecido, que brindó oportunidades para distintas contribuciones y la inclusión de las diversidades de género, orientación sexual, étnicas, geográficas y religiosas; permitió además “compartir nuestros saberes, ansiedades y expectativas”. El principal avance logrado, según Maurice Burke, del Consejo Nacional de Juventud de Trinidad y Tobago, fue la superación de las barreras culturales y lingüísticas que permitió el diálogo entre jóvenes de todas las regiones.

 

 

En sus 10 páginas y 12 temas, la Carta de Bahia reconoce el desafío común a toda la región de combatir la pobreza y la desigualdad, además del reto de mejorar la formación de las y los jóvenes en el presente para que puedan convertirse en actores estratégicos del progreso de los países y de la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. 

 

Entre los principales puntos acordados están los esfuerzos por la eliminación de las discriminaciones y desigualdades; la promoción del trabajo decente y la participación juvenil en la elaboración de las políticas públicas; la búsqueda de la igualdad de género, étnica y racial en todas las políticas públicas y como forma de combater la pobreza, incluso con el acceso femenino al mercado de trabajo con equidad salarial; el acceso a la educación universal de calidad, incluidas la educación sexual y científica; la seguridad alimentária, principalmente para las mujeres jóvenes y pobres, afrodescendientes o indígenas, de las periferías y zonas rurales; nuevas políticas para prevenir la criminalización de las y los jóvenes y reducir la mortalidad resultante de la violencia.

 

Un punto a destacar fue el tema de la salud, tratado como elemento de inclusión: el documento pide una mejor calidad de vida para las juventudes de las Américas, teniendo en cuenta la diversidad étnica, de raza y género, con pleno derecho de acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva de calidad; y además acceso a los programas que permitan la prevención de embarazos no deseados y la toma de decisiones conscientes sobre el embarazo. Aún propone el estímulo a los programas de prevención del VIH/Sida y de la mortalidad materna de las mujeres jóvenes.

 

En el capítulo de proposiciones, el foro gubernamental asumió el compromiso de impulsar la formulación de una declaración universal de la juventud y convocar una nueva reunión entre gobiernos, parlamentarios y sociedad civil para el 2012 con el objetivo de evaluar los progresos en la agenda regional de juventud y proponer nuevas líneas de acción.

 

A su vez, las organizaciones de la sociedad civil se encargarán de monitorear el cumplimiento de los acuerdos firmados en la Preconferencia y en la Conferencia de Mexico, entre otros compromisos firmados en el marco del Año Internacional de la Juventud, con el respaldo de los gobiernos y organismos internacionales . Además solicitarán a los institutos de estadísticas de sus países la producción de datos estadísticos con corte de franja de edad, para orientar las políticas de juventud.

 

 

En nombre del país anfitrión de la Conferencia Mundial de la Juventud, la directora del Instituto Mexicano de Juventud, Priscila Vera, saludó la Carta de Bahia como un insumo fundamental para el encuentro de México. Agregó que desde ahora los interesados pueden registrarse para el Foro Interactivo Global, que buscará estimular el debate entre las y los jóvenes de todo el mundo. Para eso, ha sido disponibilizada, con el apoyo del UNFPA, Fondo de Población de las Naciones Unidas y del PNUD, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, una plataforma en línea llamada Fusión, que permite realizar consultas públicas y promover discusiones virtuales que aportarán temas e informaciones a la Conferencia Mundial. “ No queremos dejar a ningun joven sin participación”, concluió Priscila Vera. El registro al Foro Interactivo está disponible en la página de la Conferencia Mundial de la Juventud: http://www.youth2010.org

 

•     Inaugurada la Preconferencia de Juventud de las Américas