Mientras la investigación y desarrollo de medicamentos registraron una expansión exponencial durante el último medio siglo, la implementación de cuidados farmacéuticos ha avanzado muy poco, en especial en América Latina. A partir del desarrollo y expansión de aquello que en algunos países se llamó “oficinas de farmacia”, en otros “farmacias comunitarias”, “boticas”, o simplemente “farmacias”, han prevalecido lógicas y dinámicas mucho más inclinadas a privilegiar los intereses comerciales, o el despacho/entrega de medicamentos, que la preocupación por la salud pública. Ello contribuyó a que los medicamentos se configuren más como bienes de consumo que como bienes sociales y, en forma simultánea a que la expansión del mercado y el gasto farmacéutico se divorcien de los resultados epidemiológicos que dan cuenta del estado de salud de una población.
En este documento se presenta un análisis de los riesgos sanitarios vinculados al subdesarrollo de los cuidados farmacéuticos y la consecuente hegemonía de modelos de farmacia centrados en el negocio más que en la salud pública. En una segunda parte se presentan las nociones de “atención farmacéutica” y su evolución hacia las políticas que se han denominado “asistencia farmacéutica”. Por último, se proponen un conjunto de medidas específicas para regular y promover el funcionamiento de farmacias centrado en la construcción de cuidados farmacéuticos.