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Adolescencia y Juventud

Adolescencia y Juventud

Adolescencia y Juventud

Adolescentes y Jóvenes en América Latina y el Caribe

En la región de América Latina y el Caribe viven cerca de 160 millones de adolescentes y jóvenes de entre 10 y 24 años, lo que representa casi el 25% de la población de la región, es decir, 1 de cada 4 personas de la región es adolescente o joven. 

En general, las y los adolescentes y jóvenes de hoy son más educados, más abiertos al cambio, conocedores de la tecnología y conscientes de sus derechos. Sin embargo, las brechas de desigualdad en nuestra región, que ha sido caracterizada como la más desigual del mundo, siguen afectando en mayor medida a adolescentes y jóvenes.

Además, la región vive una etapa de su transición demográfica en que la proporción de personas en edades potencialmente productivas crece de manera sostenida en relación con la de personas en edades potencialmente inactivas (menores de 15 y mayores de 60 años). Esta etapa de transición coloca a la región en el momento del llamado “bono demográfico”, donde el porcentaje de población en edad de trabajar y producir es mucho mayor (llega a duplicar) al porcentaje de la población dependiente.

Esta coyuntura favorable hace que la sociedad tenga mayores oportunidades para generar los recursos fiscales y contributivos que permiten invertir con más solidez en las jóvenes generaciones que se aprontan a insertarse en el mundo laboral. En este sentido, el bono demográfico es una tremenda ventana de oportunidades para los países, pues significa una mayor proporción de población con capacidad para trabajar, producir, ahorrar e invertir.

¿Qué hace el UNFPA?

 

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La adolescencia es una etapa en la que las personas jóvenes adquieren habilidades para tomar decisiones, incluidas las relativas a su salud sexual y reproductiva. En su calidad de organismo de las Naciones Unidas para la salud sexual y reproductiva, la visión del UNFPA es crear un mundo en que cada persona joven pueda tomar sus propias decisiones y disfrutar plenamente sus derechos. 

El Fondo de Población de Naciones Unidas, UNFPA tiene un claro compromiso con adolescentes y jóvenes que se fundamenta en los acuerdos establecidos por los países en diversos instrumentos internacionales como el Programa de Acción de El Cairo y su seguimiento a nivel regional, el Consenso de Montevideo, la Plataforma de Acción de Beijing, y la Estrategia Global para la Salud de las mujeres, los niños y los adolescentes (2016-2030) y que orientan la implementación del gran consenso global que representan los Objetivos de Desarrollo Sostenible. 

Mi cuerpo, Mi Vida, Mi Mundo es la estrategia de UNFPA, para que cada joven tenga el conocimiento y el poder de tomar decisiones informadas sobre su cuerpo y su vida, y participe en transformar el mundo en el que vive.

Guiados por Mi Cuerpo, Mi Vida, Mi Mundo, el UNFPA trabaja con los jóvenes en toda la región de América Latina y el Caribe, situándoles en el centro del desarrollo sostenible. 

MI CUERPO - Tomar decisiones informadas sobre su propio cuerpo

El UNFPA trabaja para defender la salud y los derechos sexuales y reproductivos con el fin de garantizar que todas las personas adolescentes y jóvenes puedan tomar decisiones informadas sobre sus cuerpos. Esto incluye garantizar que:

  • Los servicios de salud estén plenamente orientados a hacer realidad los derechos y las opciones de los adolescentes y los jóvenes dentro de las intervenciones, las políticas y los programas sanitarios; 
  • Las y los proveedores de salud estén formados para ofrecer servicios precisos, adecuados a la edad y confidenciales a adolescentes y jóvenes que puedan estar sufriendo violencia de género o prácticas nocivas, como el matrimonio y las uniones infantiles tempranas y forzadas.
  • Los centros de salud estén equipados para ofrecer los productos, servicios e información necesarios en materia de salud sexual y reproductiva, y apoyen las derivaciones a otros servicios importantes.
  • La prevención de la violencia basada en género incorpore los enfoques género transformadores y sensible a las juventudes.
  • Las políticas y programas para el abordaje de los matrimonios y las uniones infantiles tempranas y forzadas tomen en cuenta el enfoque interseccional y de participación y empoderamiento de niñas, adolescentes y jóvenes.
  • Se moviliza a las juventudes para que compartan perspectivas y opiniones con el fin de mejorar la calidad y la rendición de cuentas a nivel comunitario.

MI VIDA - Disfrutar de una vida sana y de una transición satisfactoria a la edad adulta

Las decisiones que toman las personas jóvenes -o que a menudo se ven obligadas a tomar- determinan sus vidas tanto ahora como en el futuro. Por ejemplo, la sola elección de permanecer en la escuela puede protegerles contra el embarazo precoz, el matrimonio infantil, la violencia basada en género y las infecciones por VIH. Sin embargo, muchas no pueden ejercer su derecho a elegir debido a una pobreza muy arraigada y a normas sociales discriminatorias. 

El UNFPA trabaja en toda la región de América Latina y el Caribe, para garantizar que adolescentes y jóvenes tengan acceso a una educación sexual integral apropiada para su edad dentro y fuera del entorno escolar. Esto proporciona a las y los jóvenes información (sobre la autonomía corporal, la menstruación y la higiene menstrual, y la pubertad, por nombrar algunos) y habilidades que les cambian la vida, capacitándoles para ejercer sus derechos sexuales y reproductivos mediante la toma de decisiones informadas sobre su cuerpo y sus derechos. 

Para ello, el UNFPA trabaja para garantizar que, 

  • La educación integral en sexualidad (EIS) se institucionalice en los programas escolares;
  • Las y los maestros de escuela, así como los líderes y mentores de las organizaciones comunitarias y de la sociedad civil, reciban formación para impartir educación sexual de acuerdo con las normas internacionales;
  • Las herramientas y plataformas digitales de educación sexual pueden crearse conjuntamente con las personas jóvenes para garantizar su pertinencia y alcance;
  • La programación centrada en las niñas y adolescentes se incorpore en los programas y políticas que permitan que niñas y adolescentes se empoderen y vivan libres de matrimonios y uniones tempranas, embarazo en la adolescencia y violencia sexual.

MI MUNDO - Liderar y participar en el desarrollo sostenible, la acción humanitaria y la paz 

Cuando las personas jóvenes tienen voz en las decisiones que se toman, es más probable que las políticas y los servicios respondan a sus derechos y necesidades. Esto también es cierto en contextos humanitarios y de consolidación de la paz. Pero, con demasiada frecuencia, los responsables de la toma de decisiones excluyen a las y los jóvenes y no les dan un sitio en la mesa. El UNFPA trabaja con las y los jóvenes y para las y los jóvenes, creando conjuntamente soluciones que refuercen su potencial y amplíen sus posibilidades de forjar un futuro más equitativo, pacífico y justo. 

El objetivo del UNFPA es impulsar y fortalecer el liderazgo y la participación de las juventudes diversas a través de diversas acciones entre las que se encuentran:

  • Colaborar con organizaciones y redes dirigidas por jóvenes, ayudándoles a participar en las decisiones que les afectan y reforzando su capacidad para promover los derechos humanos y las cuestiones de desarrollo. 
  • Impulsar el desarrollo de políticas inclusivas y favorables a los jóvenes que atienden a sus derechos y necesidades.
  • Generar datos y evidencia desagregada sobre adolescentes y jóvenes que fortalezca el desarrollo de políticas basadas en evidencia.
  • Abogar por que se invierta más en las personas jóvenes especialmente en las chicas, ya que los embarazos no deseados o los matrimonios forzados a edades tempranas pueden interrumpir sus vidas, limitar sus opciones vitales y repercutir negativamente en su bienestar. 
  • Promover una participación significativa de las juventudes en los ámbitos nacional e internacional, con especial atención a las personas afrodescendientes, indígenas con discapacidad y quienes viven con el VIH/SIDA, sin dejar a nadie atrás. Sus voces deben ser escuchadas y es necesario promover su participación activa como agentes de cambio.