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NACIONES UNIDAS, Nueva York, 18 de noviembre de 2014 — Los países en desarrollo con una numerosa población de jóvenes pueden darle un gran impulso a sus economías, a cambio de realizar grandes inversiones en educación y salud de las y los jóvenes, al igual que protegiendo sus derechos, según el informe del Estado de la Población Mundial 2014, publicado hoy por el Fondo de Población de las Naciones Unidas, UNFPA.

Esos posibles adelantos económicos se harían realidad por medio de un “bono demográfico”, que se logra cuando la población de un país que está en edad de trabajar es mayor que la población que es más joven y dependiente, indica el informe.

Con el fin de sacar el mayor provecho del bono demográfico, los países deben procurar que la población joven en edad de trabajar tenga las herramientas necesarias para aprovechar las oportunidades de empleo y otras posibilidades de obtener un ingreso.

“La cifra actual sin precedentes de 1,800 millones de jóvenes constituye una oportunidad enorme de transformar el futuro”, dice el  Dr. Babatunde Osotimehim, Director Ejecutivo del UNFPA. “Los jóvenes son los innovadores, creadores, constructores y líderes del futuro. Pero ellos pueden transformar el futuro únicamente si cuentan con las destrezas necesarias, salud y opciones para su vida”, agrega.

Con políticas e inversiones adecuadas en términos de capital humano, los países pueden empoderar a la juventud a fin de impulsar el desarrollo económico y social y aumentar el ingreso per cápita, señala el nuevo informe del UNFPA.

El Director Ejecutivo del UNFPA exhorta a los países que deseen alcanzar el bono demográfico a que velen por que los resultados que se obtengan redunden en un crecimiento que beneficie a todos.

“Es demasiado fácil hablar del bono demográfico en términos de dinero, ahorro y crecimiento económico”, dice el Dr. Osotimehim. “El bono demográfico debe producirse de forma que se logre un crecimiento incluyente, que brinde oportunidades y bienestar para todos”.

En América Latina y el Caribe hay más de 165 millones de personas entre 10 a 24 años de edad, de una población total de 618 millones. Los países de la región se encuentran en diferentes etapas de la transición demográfica, y en algunos países, las inversiones en desarrollo de los jóvenes están en curso y han ayudado a que esas poblaciones alcancen un crecimiento considerable. Sin embargo, los factores socioculturales son percibidos por la mayoría de los países como la barrera más importante por vencer en la implementación de políticas a favor de las personas adolescentes.

En las décadas de 1950 y 1960 varias economías de Asia Oriental hicieron grandes inversiones en la capacidad de la juventud y en aumentar su acceso a la planificación voluntaria de la familia, permitiendo que iniciaran sus familias más tarde y tuvieran menos hijos. La República de Corea, por ejemplo, logró un crecimiento de su producto interno bruto per cápita de alrededor del 2.200 por ciento entre 1950 y 2008.

Nueve de cada diez de los jóvenes del mundo actual viven en países en vías de desarrollo. Como consecuencia del retraso de sus servicios sociales esos países se enfrentan con mayores obstáculos para aprovechar las ventajas que pueden derivar de la participación de una fuerza laboral joven y productiva.

El informe del  UNFPA indica que los cambios demográficos que tienen lugar en unos 60 países brindan una oportunidad para alcanzar el bono demográfico. El tamaño de ese bono dependerá en gran medida de la forma en que esos países inviertan en la juventud para que la misma alcance su pleno potencial.

Si los países del África Subsahariana replicaran la experiencia del Asia Oriental, invirtiendo de forma adecuada en la juventud, permitiéndole participar en la toma de decisiones que afectarán su vida y adoptando políticas que refuercen el desarrollo económico, la región en su conjunto podría lograr un bono demográfico de hasta 500 mil millones de dólares por año, durante 30 años.

Un bono demográfico de esa magnitud puede sacar a cientos de millones de personas de la pobreza, aumentar el nivel de vida e impulsar las economías, señala el informe. Las inversiones en juventud que se requieren para lograr un bono demográfico son aquellas que protegen los derechos, incluidos los derechos reproductivos, mejoran la salud, incluida la salud sexual y reproductiva, y aportan las herramientas y conocimientos requeridos para aumentar la capacidad de las y los jóvenes. Esas inversiones además pueden acelerar la reducción de la fecundidad, lo que puede a su vez acelerar la transición demográfica.
 

Para obtener el informe completo y otros recursos, visite:
Página del Estado de la Población Mundial 2014
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Para obtener más información o entrevistas, comuníquese con:
Álvaro Serrano, +507-6561-8183 serrano@unfpa.org
Guadalupe Valdés, +507-305-5522 gvaldes@unfpa.org

Para consultas basadas en Londres, comuníquese con:
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UNFPA, el Fondo de Población de las Naciones Unidas es la agencia principal de la ONU dedicada a contribuir a un mundo donde cada embarazo sea deseado, cada parto sea sin riesgos y cada persona joven alcance su pleno desarrollo. UNFPA amplía las posibilidades para que tanto mujeres como jóvenes gocen de vidas productivas y saludables. Trabajamos alrededor de 150 países que representan el 80 por ciento de la población mundial. Trabajando con el sector gubernamental y a través de alianzas estratégicas con otras agencias del Sistema de Naciones Unidas, la sociedad civil y el sector privado, hacemos una gran diferencia en la vida de millones de personas, especialmente aquellas que se encuentran en condiciones de exclusión.