La mutilación genital femenina limita las oportunidades de que las mujeres y las niñas de todo el mundo ejerzan sus derechos y hagan realidad su pleno potencial. Si bien se ha progresado, queda mucho por hacer.
De hecho, este progreso debe ser al menos 10 veces más rápido para alcanzar el objetivo mundial de poner fin a la mutilación genital femenina para el año 2030.
Las organizaciones dirigidas por mujeres y sobrevivientes, especialmente a nivel de base, tienen una comprensión profunda de los desafíos que enfrentan las mujeres y las niñas, y son recursos vitales para promover sus derechos. Teniendo esto presente, el tema del Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina de este año es: “Su voz. Su futuro. Invertir en movimientos dirigidos por sobrevivientes para poner fin a la mutilación genital femenina”.
Durante más de un decenio, el Programa Conjunto UNFPA-UNICEF ha prestado apoyo a las sobrevivientes y ha dado prioridad a las inversiones en iniciativas dirigidas por las sobrevivientes.
La mutilación genital femenina, que implica la alteración o lesión de los genitales femeninos sin razón médica, puede causar complicaciones de salud, incluidas infecciones graves, dolor crónico, depresión, infertilidad y muerte. Reconocida internacionalmente como una violación de los derechos humanos, ha sido practicada por sociedades a lo largo de los siglos. En este momento hay más de 200 millones de sobrevivientes.
En 2024, casi 4,4 millones de niñas (más de 12.000 al día) están en riesgo en todo el mundo. A menos que se intensifiquen los esfuerzos para poner fin a esta práctica, se prevé que el número de niñas en situación de riesgo aumente a 4,6 millones en 2030. Se calcula que se necesitan 2,75 mil millones de dólares para poner fin a esta práctica para 2030 en 31 países prioritarios.
El liderazgo de las mujeres y las niñas es clave para acelerar el progreso, así como para contribuir al desarrollo social y económico equitativo y garantizar que ninguna niña o mujer se quede atrás.
Únete a nosotros el 6 de febrero para amplificar las voces de las sobrevivientes e invertir en movimientos dirigidos por sobrevivientes. Comparta con el mundo cómo #HerVoiceMatters lidera el movimiento para poner fin a esta práctica nociva.
