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PICHON / BELLE-ANSE, Haití – Delicada y pequeña, Nélia tiene 25 años, pero parece una adolescente. Ha estado embarazada tres veces, y ha sobrevivido varias tragedias a su corta edad.

Vive en Pichon, una comunidad remota en Belle-Anse, donde el centro de salud más cercano está a tres horas de camino a pie. Como la mayoría de las mujeres en Haití, Nélia dio a luz en casa.

Su primer parto fue prematuro. Fue asistida por su abuela y el bebé no sobrevivió.

La segunda vez, Nélia dio a luz gemelos, también en casa. Murieron poco tiempo después.

La tercera vez, el pastor de su iglesia la ayudó. No cuenta con capacitación profesional, pero ha ayudado en partos de mujeres de la comunidad.

Nélia dio a luz a una niña, hace un mes.

Clínicas móviles que brindan atención a comunidades remotas

Las tasas de mortalidad materna y mortalidad infantil en Haití son las más altas del hemisferio occidental. Sólo un 36 por ciento de los nacimientos tienen lugar en un centro de salud, según una encuesta de 2012.

Haití también tiene una alta tasa de embarazo adolescente, lo que incrementa los riesgos tanto para las adolescentes como para sus hijos: alrededor del 14% de las adolescentes haitianas de 15 a 19 años ya están embarazadas o tienen hijos. A nivel mundial, las complicaciones del embarazo son la causa principal de mortalidad en niñas en este rango de edad.

UNFPA está trabajando para mejorar el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva y está ayudando a las adolescentes a retrasar el embarazo, al facilitar el acceso a los servicios de planificación familiar.

Una reciente clínica móvil organizada por el Ministerio de Salud Pública y Población, con el apoyo de UNFPA, llevó servicios de atención prenatal, planificación familiar y otros cuidados esenciales a áreas que no contaban con ello.

Yveka, de 17 años, llegó a la clínica para un chequeo prenatal. Tiene siete meses de embarazo y se queja de dolores de cabeza y molestias.

Recibió medicamentos y le brindaron asesoría para mejorar su nutrición, así como información sobre cómo prevenir futuros embarazos no planificados.

"Dejé de ir a la escuela porque salí embarazada, pero espero poder volver después de que nazca el bebé y aprovecharé la ayuda que brindan de planificación familiar", dijo Yveka.

Christelle, de 16 años, también visitó la clínica para el cuidado prenatal. Tiene seis meses de embarazo y tuvo su primer hijo a los 14 años.

Planificación familiar a demanda

La clínica móvil, que se llevó a cabo del 2 al 4 de agosto, proporcionó atención médica gratuita a más de 400 personas en Belle-Anse y Macari. Unas 60 mujeres y niñas decidieron empezar a utilizar la planificación familiar.

En Haití, el 35% de las mujeres casadas quiere evitar o postergar la maternidad, pero no utiliza ningún método de planificación familiar. UNFPA es el mayor proveedor de productos de planificación familiar en Haití y es un importante proveedor de medicamentos y suministros para la salud materna.

En la clínica móvil, Jacqueline Etienne, una trabajadora de salud capacitada por UNFPA, aconsejó a mujeres y adolescentes acerca de las diferentes opciones anticonceptivas que están disponibles.

Después de hablar con la Sra. Etienne, Nélia decidió usar un implante anticonceptivo, que ofrece cinco años de protección contra embarazos no planificados.

"No me gustaría tener otro hijo, porque no tengo los medios para mantenerlo", señaló Nélia. Está desempleada y no ha tenido noticias del padre de su hija desde julio del año pasado.

Viergemène, de 20 años, tiene dos hijos. Su primer embarazo no fue planificado. Al igual que Nélia, visitó la clínica móvil para empezar a utilizar los servicios de planificación familiar.

Como ella, Rosena, de 44 años, también quiere acceder a los servicios de planificación familiar voluntaria. Sin embargo, tendrá que esperar a dar a luz para poder hacerlo, ya que tiene siete meses de embarazo y espera su octavo hijo.

Texto y Fotos: Vario Sérant