El mar Caribe, protagonista de leyendas y postales paradisíacas, baña costas de Centroamérica donde habitan adolescentes que todavía no pueden ejercer plenamente sus derechos. 

Allí, la resiliencia de comunidades diversas se enfrenta al desafío de proteger a ese grupo, garantizando que aprovechen y disfruten esta etapa de sus vidas. 

El Gobierno del Gran Ducado de Luxemburgo y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) acompañan a casi 30 comunidades de la Costa Caribe Centroamericana en sus esfuerzos para mejorar los servicios de salud dedicados a adolescentes, brindarles información sobre sexualidad (basada en evidencias y acordes con la edad e identidad cultural), e impulsar el liderazgo de mujeres y juventudes afrodescendientes, creoles, garífunas y miskitas. 

Guatemala: Izabal

Izabal, rincón de encanto en la costa caribeña de Guatemala, destaca por su rica herencia cultural, donde se entrelazan las tradiciones de las comunidades Maya-Q'eqchí, Creole y Garífuna. En esta región, la comunidad garífuna se identifica con la frase "Au Bu, Amüru nu" (yo por ti, tú por mí), que refleja su espíritu de apoyo mutuo y hospitalidad

Pero Izabal enfrenta importantes desafíos en el acceso a servicios básicos de educación y salud: en el primer semestre de 2024, se registraron 898 embarazos en adolescentes de 15 a 19 años, una cifra que resalta la necesidad urgente de abordar esta problemática.

El proyecto impulsado por Luxemburgo y el UNFPA está propiciando encuentros con líderes juveniles y autoridades locales para ofrecer información que les empoderen. Como parte de este esfuerzo, se desarrolló el programa “Conozco y ejerzo mis derechos en Wabagari”, el cual formó a una primera cohorte de 26 jóvenes. Ellas y ellos han compartido sus aprendizajes con personas de la comunidad, extendiendo el impacto de su formación a 105 jóvenes y 28 personas adultas garífunas y afrodescendientes.

Un aspecto clave del proyecto ha sido la capacitación sobre métodos anticonceptivos a personal de salud y de promoción, con herramientas prácticas para apoyar la toma de decisiones informadas.

Panamá: Provincia de Colón

La provincia de Colón es un lugar lleno de contrastes. La ciudad revela el abandono sufrido a lo largo de las décadas. Sin embargo, el alma se levanta tras la primera impresión al mirar con detenimiento sus hermosas edificaciones, la dignidad del caminar colonense, el histórico canto del Calypso y la música alegre que emana de cada almacén y restaurante a lo largo de sus 16 calles. 

En las costas caribeñas de la provincia, su maresía y calor se mezclan con la falta de continuidad de las políticas públicas, las deficiencias en el sistema de salud y la limitada educación sexual integral que ofrecen las escuelas. Todo esto afecta especialmente a la comunidad afrodescendiente.

Jiseel Muñoz Chavarría, una joven artista y líder comunitaria de Portobelo, en la Costa Arriba de Colón, comparte: "Conozco muchas historias de embarazo adolescente en la comunidad. Una chica de apenas 26 años ya tiene 11 hijos. Nunca recibió educación sexual, ni en su familia ni en la escuela".

No obstante, las estadísticas revelan una notable reducción en los embarazos adolescentes en la provincia de Colón. En 2018, se registraron 904 embarazos en jóvenes de 15 a 19 años, mientras que en 2022 esta cifra disminuyó a 587.

Con el propósito de acelerar esta tendencia a la disminución, el proyecto apuesta por disminuir las brechas que afectan a las poblaciones en condiciones de vulnerabilidad, a través del intercambio de conocimientos y experiencias con su capital humano y con jóvenes como Jiseel.

Honduras: Limón

Las poblaciones afrodescendientes de Limón enfrentan diariamente los efectos de una desigualdad histórica que perpetúa la discriminación y el racismo.

Sus jóvenes ven limitado su acceso a la educación y la salud. Ellas tienen más probabilidades de experimentar un embarazo durante la adolescencia, en comparación con otras hondureñas.  

No obstante, la cultura de espíritu optimista y sagaz sigue siendo una fuente de orgullo y fortaleza para la comunidad que, ahora, trabaja en el empoderamiento de las mujeres y jóvenes afrodescendientes. 

El proyecto “No dejar a nadie atrás: Reducción del embarazo en adolescentes en comunidades afrodescendientes, creoles, garífunas y miskitas en municipios seleccionados de la Costa Caribe Centroamericana” contribuye a reivindicar los derechos sexuales y reproductivos de las juventudes en este territorio. 

Además, está creando espacios de diálogo en Limón y otros territorios como Puerto Lempira, Iriona y Santos Guardiola, para que las juventudes expresen sus necesidades y contribuyan a implementar soluciones adaptadas a su realidad. 

Costa Rica: Provincia de Limón

Al igual que en Honduras, Costa Rica tiene una comunidad llamada Limón. Está situada en el corazón del caribe costarricense, desde donde se han realizado valiosos aportes al desarrollo del país. 

Las personas de Limón (mayormente afrodescendientes e indígenas) enfrentan grandes retos. Entre ellos está el hecho de que, en promedio, más de 55% de las mujeres jóvenes empiezan a tener relaciones sexuales siendo menores de edad. 

Paralelamente, aspectos como la falta de acceso a educación integral en sexualidad y a servicios de salud sexual, así como el débil abordaje intercultural de este tema han llevado a la provincia a mantener la tasa más alta de nacimientos en menores de edad en el país durante los últimos 20 años.

En 2022, Limón registró 33.1 nacimientos por cada mil adolescentes entre 15 y 19 años, mientras que la tasa específica de embarazos en adolescentes es 26.1 a nivel nacional. El embarazo y cuidado de hijos e hijas es la principal causa de deserción escolar entre las chicas de este territorio. 

Por eso, el proyecto ha trabajado para crear entornos de apoyo que fomenten la toma de decisiones informadas, tanto en las escuelas, como en las familias y los centros de salud. 

“Si se da el caso de formar una familia, pues está bien, pero lo primordial ahorita es alcanzar nuestras metas”, expresó Sharilane Evans, adolescente nacida en Limón, al finalizar uno de los talleres organizados en su comunidad. 

Belice: Toledo

Toledo, un área predominantemente rural al sur de la capital de Belice, acoge la riqueza de las culturas Maya, Creole y Garífuna. 

Las poblaciones que viven en sus montañas y villas remotas enfrentan significativos desafíos en el acceso a educación, salud y oportunidades económicas. 

Si bien se estima que la tasa específica de embarazos en adolescentes en Belice es de 46.09 nacimientos por cada mil muchachas de 15 a 19 años; en la municipalidad de Toledo, esta asciende a 51.64 entre afrodescendientes e indígenas. 

Para atender estas brechas, el proyecto busca colaborar con líderes de la comunidad para crear un espacio seguro que permita a las personas adolescentes conocer sus derechos y ejercerlos. Esto incluye recibir educación integral de la sexualidad ajustada a la edad y a la herencia cultural de la comunidad. 

Además, estará contribuyendo a mejorar el acceso a servicios de salud amigables para las juventudes y la oferta de métodos anticonceptivos variados para que cada adolescente pueda escoger el que considere mejor. 

Los distritos Belice y Stann Creek también implementan este proyecto, que incluye la creación de grupos asesores integrados por jóvenes para promover el empoderamiento de adolescentes y la toma de decisiones informadas sobre bienestar y salud sexual y reproductiva.