SAN SALVADOR, El Salvador - Las mujeres en las cárceles y centros de cuarentena de El Salvador necesitan con urgencia suministros de higiene.
Las mujeres en las cárceles de El Salvador corren alto riesgo de infección de la COVID-19. Como viven en recintos pequeños, las detenidas suelen depender de artículos de higiene suministrados por familiares durante los días de visita, que han sido interrumpidos debido a la pandemia mundial. Hay aproximadamente 4.000 mujeres encarceladas en El Salvador, según la Dirección General de Prisiones.
Igualmente, las 1.000 mujeres salvadoreñas que están obligadas a permanecer en centros de cuarentena tras su entrada al país necesitan artículos de higiene.
La menstruación en cuarentena
"Una de las situaciones más difíciles de sobrellevar durante la cuarentena es la higiene personal de las mujeres, debido a la menstruación", afirmó Claudia Ramírez, periodista salvadoreña que debió permanecer en un centro de cuarentena después de regresar de un viaje internacional.
Estaba consciente de que se le sometería a una cuarentena obligatoria de 30 días. "A sabiendas de que en pocos días me llegaría la regla, compré suficientes artículos para enfrentar la incomodidad de esa situación en un entorno desconocido", explicó.
Aun así, las condiciones de vida dificultaron las tareas de higiene personal. "La falta de agua o espacios personales fueron dos de los desafíos más importantes", admitió.
El centro de cuarentena entrega un paquete de compresas sanitarias a cada mujer. "Sin embargo, cada una vive el período menstrual de manera distinta, algunas con más intensidad que otras".
Muchas mujeres compartían su espacio con otras, señaló, y esto podría resultar incómodo para quienes intentan mantener protocolos de distanciamiento social. "La cuestión de la intimidad y valoración del espacio resultaba muy difícil para una mujer en medio de tanta incertidumbre", explicó al UNFPA.
De las mujeres en cuarentena, alrededor de 150 se encuentran en centros administrados por la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) para personas que regresen al país después de ser deportadas, la mayoría de México y los Estados Unidos. Se prevé que esta población aumente a medida que los países fortalezcan las medidas coercitivas orientadas a la inmigración y aumenten las deportaciones.
Dignidad para todas
El UNFPA y ONU Mujeres han distribuido más de 1.300 kits de higiene femenina con suministros esenciales de higiene, como jabón y toallas sanitarias, para las mujeres que permanecen en cárceles y centros de cuarentena.
Incluso las personas detenidas tienen derecho a que se respeten sus "derechos humanos y el derecho a la salud, incluida la salud sexual y reproductiva", declaró Hugo González, representante del UNFPA en El Salvador.
Además, más de 360 kits de higiene femenina han sido proporcionados a la DGME y el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer, para distribuirlos entre las mujeres que permanecen en centros de cuarentena.
Estas entregas, coordinadas por el equipo de las Naciones Unidas en el país, llegaron junto con una campaña digital de sensibilización sobre el modo de evitar la infección y transmisión del virus.
Intensificar los esfuerzos
Al día de hoy se han sido confirmado en El Salvador más de 200 casos de COVID-19, y las autoridades están intensificando los esfuerzos para detener la propagación del virus.
La Dirección General de Prisiones está ejecutando un Plan de Emergencia para la COVID-19, que incluye el aumento de la limpieza y las medidas de saneamiento, así como el fortalecimiento de los servicios médicos.
El UNFPA también está intensificando esfuerzos para cubrir las necesidades de las mujeres vulnerables, y está trabajando para "proteger a los trabajadores sanitarios de primera línea que trabajan para preservar la vida de los salvadoreños", aseguró el Sr. González. Esto incluye la entrega de suministros al personal médico.