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JUKUWA ´IPAMAAJATÜ AA ´IMAJIRAWAA: Lo que orienta el cuidado de mi alma y de mi cuerpo

LA GUAJIRA, Colombia - “Quiero tomar mis propias decisiones sobre mi cuerpo”, dice Johana, una joven wiwa, quiere ser lideresa, aprender y poder ayudar a otras mujeres de su comunidad. 

El pueblo Wiwa asentado en Riohacha, La Guajira, es una comunidad sobreviviente al conflicto armado que durante la misión de la Representante de UNFPA en Colombia, Verónica Simán, a través del diálogo y el tejido tradicional, compartió sus conocimientos y saberes sobre cuidados ancestrales para niñas y mujeres, así como el desafío de preservar su lengua y costumbres.  

EKIRAJAWAA JÜNAIN E´IPAA JE ATAPARA: Lo que me permite a mí, conocer el autocuidado de mi cuerpo y mi piel

Asimismo, la comunidad del asentamiento Potrerito Playa del pueblo Wayuu, ubicado en Riohacha, hoy cuenta con mayor información para el ejercicio de sus derechos sexuales y derechos reproductivos, y a través del círculo de mujeres y diálogo de saberes acompañados por UNFPA, identifica rutas y acciones para prevenir y mitigar la violencia de género. Allí, adolescentes y jóvenes conversan con propiedad sobre la menstruación y el autocuidado, un tema que sigue siendo tabú en muchos lugares de Colombia y el mundo.

UNFPA Colombia, en su trabajo por ´no dejar a nadie atrás´, extendió su respuesta humanitaria a este departamento desde el año 2020, para contribuir, de la mano del Gobierno Nacional, las autoridades locales, agencias hermanas del Sistema de las Naciones Unidas y las comunidades, a la mitigación de la crisis humanitaria que se presenta en el departamento y que se intensificó durante la emergencia sanitaria declarada por la COVID-19.

En 2020, 393 personas fueron beneficiarias de acciones de prevención, mitigación y atención a la violencia basada en género y 1.335 mujeres, incluyendo mujeres indígenas, accedieron a atención en salud sexual y reproductiva.


 © UNFPA Colombia

Unidas por una vida libre de violencias de género

27 mujeres, entre indígenas, afrodescendientes, migrantes y de comunidades de acogida, participan en los espacios seguros promovidos por UNFPA en La Guajira; ellas se han formado como lideresas comunitarias para conocer y ejercer sus derechos sexuales y derechos reproductivos, e identificar y mitigar riesgos de violencias basadas en género, así como apoyar acciones de prevención y respuesta a este tipo de violencia. Estas mujeres, con el apoyo de UNFPA, replican los  conocimientos adquiridos en sus comunidades, alcanzando así a más personas.

Algunas de estas lideresas participan en la campaña de comunicación humanitaria CON TODOS LOS SENTIDOS, en la cual las mujeres que hacen parte de procesos con UNFPA son protagonistas, comparten sus realidades, desafíos y aprendizajes al  vivir en territorios de emergencia humanitaria.

Belzaida es una de las lideresas activas en estos espacios, para ella, pertenecer al grupo ha sido muy importante para su vida y comunidad, “estoy muy agradecida con UNFPA, porque gracias a estos conocimientos podemos llevar nuestras voces a las comunidades para disminuir las violencias de género, para hablar de menstruación con niñas y adolescentes, y es muy bueno contar con la ayuda de las profesionales para todo lo que se genera en violencia basada en género y ayudar a adolescentes, mujeres y niños”.

“Hoy soy una mujer empoderada, y mi comunidad es una comunidad wayuu, no es fácil para muchas mujeres, entonces hemos tratado de dar mucha información, talleres, sensibilizamos. Hemos remitido casos pero ya no se ve tanto porque tratamos de hacer nuestro encuentro de mujeres, hemos podido conocer nuestro cuerpo y nuestros derechos. Gracias a UNFPA hoy soy una mujer luchadora, por mis dos hijos, por mi familia, y así quiero que sean todas las mujeres hoy en día”. Emmaly, lideresa Wayuu.

No dejar a nadie atrás


 © UNFPA Colombia

Durante la misión, Verónica Simán, Representante de UNFPA en Colombia, adelantó diálogos con autoridades locales y otras agencias del sistema de Naciones Unidas y organizaciones sociales para identificar desafíos y presentar la respuesta de UNFPA en el Departamento.

“Para mí ha sido muy valioso poder hacer un recorrido, viendo de primera mano la situación, la realidad de los municipios, de las mujeres en particular, y el acompañamiento que desde UNFPA estamos dando en el territorio, por ello reafirmamos nuestro compromiso de continuar trabajando de la mano con las autoridades del departamento y de las lideresas comunitarias en la promoción de la salud sexual y reproductiva, y contribuyendo para la materialización de los proyectos de vida de mujeres, adolescentes y jóvenes”, aseguró Simán.

A través de esta visita se pudo escuchar y conocer, en primera persona, las experiencias de lideresas y adolescentes del territorio, al tiempo que fortaleció el diálogo con el gobierno local, agencias de la ONU y organizaciones sociales para el trabajo coordinado en beneficio de las comunidades más vulneradas.

Como parte del trabajo de UNFPA en la región, estas comunidades han recibido Kits de Dignidad, adaptados desde un enfoque étnico, e información que salva vidas y sus mujeres, de forma voluntaria, participan en diferentes procesos para el reconocimiento de sus derechos sexuales y derechos reproductivos y la prevención y respuesta a las violencias de género.


*Texto por: UNFPA Colombia. Edición: Guadalupe Natareno.