ARCHIPIÉLAGO DE MARAJÓ , BRASIL – La embarcación que lleva a Santa Cruz do Arari sale de Belém, la capital del estado de Pará, en el norte de Brasil, todos los días a las 6 a.m. Es noviembre (la temporada seca) así que las aguas del río están bajas, y el barco que transporta al equipo del UNFPA solo puede llegar hasta el puerto de Jenipapo, desde donde conducen el resto del trayecto por un camino de tierra para llegar a su destino.
El equipo ha venido a visitar tres municipios del archipiélago de Marajó que participan en el proyecto Saúde das Manas ("Salud de las Hermanas"), una asociación entre el UNFPA y el Consejo de Departamentos Municipales de Salud de Pará (Cosems/PA). Su objetivo es fortalecer la calidad de la atención sanitaria reproductiva que el sistema local de salud proporciona en la época de la COVID-19 mediante la creación de oficinas de telemedicina en siete clínicas de atención de la salud (que en Brasil se conocen como unidades básicas de salud), que ofrecerán consultas en línea con especialistas en ginecología y obstetricia. Con la apertura de cinco localidades el 12 de febrero, el programa atiende a 80.000 mujeres en edad reproductiva en Santa Cruz do Arari, Afuá, Anajás, Babre, Breves, Melgaço y Salvaterra. Cosems también tiene planes de ampliar el programa en los nueve municipios restantes del archipiélago.
Eliminar las barreras a la atención sanitaria
La Unidad Conjunta de Salud de Santa Cruz tiene un médico general. Antes de que la oficina de telemedicina abriera aquí, las pacientes que necesitaban una consulta más especializada tenían que ir a Belém, a más de 100 kilómetros de distancia, principalmente en barco. Otros municipios están a más de 24 horas de distancia. Ahora, las mujeres pueden consultar con un ginecólogo o un obstetra a distancia.
En la actualidad, las enfermeras prestan atención prenatal a pacientes que, como Lindaura Gemaque, de 46 años, recibieron servicios prenatales aquí, pero decidieron dar a luz a sus dos hijos en la capital para poder ver a un especialista. La Sra. Gemaque, maestra y consejera de orientación, dice que Saúde das Manas también ayudará a frenar el aumento de las tasas de embarazo en adolescentes. "Muchos padres no hablan con sus hijas, que aprenden de sus compañeras y quedan embarazadas demasiado temprano", lamentó. "Por eso es importante que se efectúen estas consultas [remotas], para que las niñas aprendan a cuidarse a sí mismas".
La prevención del cáncer cervical
El tabú que rodea hablar de la atención de la salud reproductiva, junto con la falta de recursos, impide que muchas mujeres busquen ayuda, en opinión de la enfermera Keithian Maia, que trabaja con seis agentes de salud comunitaria que se hacen cargo de las pacientes en sus hogares y entregan medicamentos y anticonceptivos en bicicletas proporcionadas por el programa. “En octubre realizamos una campaña para hacer exámenes preventivos. Hemos visto muchas muertes de mujeres debidas al cáncer de cuello uterino", explicó Maia. "El proyecto va a ser muy provechoso, porque aquí no tenemos ginecólogo, y muchas mujeres dejan de ir a Belém para consultas por vergüenza, o [porque] no todas tienen el dinero para pagar el pasaje o un lugar donde alojarse en Belém".
La siguiente parada en el itinerario es Salvaterra, a cinco horas en barco y a dos horas en furgoneta. Según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), la ciudad tiene una población de poco más de 24.000 habitantes, 15 unidades de salud, 20 camas de hospital y no hay médicos especialistas. La oficina de telemedicina está instalada en el Hospital Municipal Dr. Almir Gabriel, donde Joélia Silva, de 42 años, programaba una cita virtual. Había perdido a su abuela y... “he tenido los resultados de mi examen preventivo desde 2018, pero no había médicos para evaluarlos”, indicó la Sra. Silva, que perdió a su abuela y bisabuela por cáncer de cuello uterino. "Como hemos tenido casos de muerte en la familia debido al cáncer de cuello uterino, me apresuré a programar mi cita".
Debido al éxito de otras clínicas, Cosems/PA está ampliando el proyecto a otros municipios, incluido Soure, que está a media hora de Salvaterra en transbordador, y que es la última parada de esta visita. La atención sanitaria especializada para la población ha sido durante mucho tiempo el sueño de Maria Helena Gomes, secretaria de salud de Soure. Ahora el sueño se ha hecho realidad en la Unidad de Salud Família da Matinha, que alberga la oficina de telemedicina. “Es muy importante contar con este servicio de telemedicina para la población que tiene dificultades para llegar a la capital del estado y para los médicos que tienen dificultades para llegar aquí”, afirmó Gomes. "Esta asociación mejorará la salud del municipio".