Skills for Life – Habilidades para la Vida
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El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) trabaja con aliados en América Latina y el Caribe, y en todo el mundo, para promover y apoyar acciones prácticas para poner fin al matrimonio infantil, prevenir el embarazo en la adolescencia y promover la igualdad de género y el empoderamiento de las niñas, adolescentes y mujeres.
En América Latina y el Caribe, se estima que 165 millones de personas tienen entre 10 y 24 años. Esto significa que cada cuatro personas en la región son jóvenes. Al invertir en ellos, estamos invirtiendo en el futuro del mundo.
Los programas ‘Skills for Life’ del UNFPA empoderan y amplían el acceso a servicios críticos como la educación y la atención médica para las niñas en América Latina y el Caribe. Estos programas tienen como objetivo ayudar a las niñas de 8 a 17 años a navegar con éxito las transiciones de la adolescencia y a tomar decisiones informadas y elecciones de vida que darán forma a su futuro y el futuro de sus comunidades.
Si bien tanto los niños como las niñas adolescentes enfrentan desafíos para tomar decisiones en la vida, incluido el matrimonio, las niñas continúan enfrentándose a un aumento de las barreras socioeconómicas y la vulnerabilidad. Las habilidades para la vida, cuando se entregan de manera efectiva, pueden considerarse una herramienta poderosa para lograr el empoderamiento de las adolescentes.
¿Por qué debemos empoderar a las niñas y adolescentes?
Los programas 'Skills for Life' apoyan y empoderan a las niñas de la región para que desarrollen el pensamiento crítico y las habilidades para la resolución de problemas, que desarrollen su sentido de valía personal y capacidad de acción, y aprendan a interactuar con los demás de manera constructiva y eficaz, con un potencial transformador. De hecho, se ha demostrado que diferentes tipos de habilidades se refuerzan entre sí. Por ejemplo, es más probable que una adolescente con buenas habilidades sociales se dedique a adquirir habilidades cognitivas, así como a tener relaciones positivas en su vida.
Por lo tanto, aunque el empoderamiento personal se considera un resultado de la implementación de habilidades para la vida, también es un proceso que puede facilitar el logro de habilidades cognitivas y sociales. Por ejemplo, tomar decisiones informadas, establecer planes y metas, comunicarse, colaborar y negociar, que son habilidades necesarias para lograr un cambio transformador en sus vidas, familias, comunidades y países.
Las adolescentes empoderadas reconocen su valor inherente y la igualdad fundamental de hombres y mujeres, niños y niñas. Examinan críticamente sus vidas y las desigualdades en sus sociedades. Participan cívicamente y toman decisiones personales y públicas para actuar por la mejora de sus vidas y su mundo.