Hoy, en el Día Internacional de la Partera, expresamos nuestra solidaridad con las parteras en todo el mundo y les agradecemos la labor de salvar vidas que realizan.
No existe un testimonio más sólido a su cuidado y compromiso que el bebé Obada, el bebé número 3,000 nacido en condiciones seguras en la clínica de mujeres del campo Zaatari para refugiados sirios en Jordania. Desde que la clínica comenzó ofreciendo servicios de parto normal en junio de 2013, todos los bebés han nacido saludables y la tasa de mortalidad infantil y materna es de cero.
A medida que nos acercamos al plazo fijado para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio, nos sentimos orgullosos del progreso logrado en el Objetivo 5, mejorar la salud materna. Las muertes maternas han disminuido casi un 50 por ciento, desde un estimado de 523,000 en 1990 a cerca de 289,000 en el último recuento.
Pero, aunque este progreso es halagador, no es suficiente. Hoy día, aproximadamente 800 mujeres continúan muriendo cada día a causa de complicaciones durante el embarazo y el parto. El desarrollo, fortalecimiento y ampliación de los cuidados obstétricos es un desafío que enfrenta la región de América Latina y el Caribe, con el fin de que más madres sobrevivan al parto y den a luz a niños saludables. Cada año, 54% de las mujeres que necesitan atención debido a complicaciones durante el embarazo y el parto – como la hipertensión, infección o un parto difícil- no la reciben. Entre los recién nacidos, 55% no reciben la atención médica que necesitan durante el parto o poco después.
Debemos hacer más. Y debemos comenzar con la capacitación y brindando un mayor número de parteras. En América Latina y el Caribe, 1 millón de mujeres no dan a luz en instituciones de salud y 2 millones de recién nacidos no reciben el tratamiento necesario para evitar complicaciones.
La evidencia muestra que las parteras que están educadas y reguladas de acuerdo con las normas internacionales, pueden ofrecer el 87% de la atención esencial que las mujeres y sus recién nacidos necesitan.
Hoy, exigimos mayores inversiones para aumentar el número de parteras y mejorar la calidad y el alcance de sus servicios. Se necesita un profundo compromiso político e inversiones en las parteras para poder salvar millones de vidas todos los años.
Hoy y todos los días, necesitamos reducir las brechas que existen en la prestación universal de los servicios de salud sexual y reproductiva, materna y neonatal. Estas brechas están documentadas en El Informe del Estado de la Partería 2014, el cual señala el camino a seguir.
La necesidad de contar con sistemas sólidos de salud y suficientes profesionales de la salud se puso recientemente de manifiesto con la epidemia del ébola en África Occidental, donde las mujeres embarazadas luchaban por encontrar servicios de salud disponibles para asegurar un parto seguro. En respuesta a ello, el UNFPA está ampliando los servicios de partería para apoyar a los resilientes sistemas de salud en los países afectados.
El UNFPA continuará apoyando la partería y la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos de todas las mujeres. Actualmente, el UNFPA financia a más de 250 escuelas de partería con la entrega de libros, equipo de capacitación y profesores capacitados, y ha ayudado a capacitar a más de 15,000 parteras a escala mundial.
El UNFPA apoya a la partería en más de 70 países en todo el mundo y en 2014, ayudó a lanzar programas a nivel de licenciatura en partería, en Afganistán, Burkina Faso, Somalia y Zambia.
En los últimos cuatro años, más de 35 países han asumido compromisos nacionales para fortalecer la partería. Por ejemplo, Etiopía se ha comprometido a cuadruplicar el número de parteras de 2,050 a 8,635 y logrará esta meta antes del tiempo previsto. Bangladesh se comprometió a capacitar a 3,000 parteras adicionales y unas 2,000 parteras ya están recibiendo capacitación en 31 centros. Haití envió el año pasado al primer grupo de parteras de su nueva escuela de partería que fue construida después del terremoto de 2010 y Afganistán revitalizó y fortaleció la partería comunitaria, que ha ayudado a reducir los índices de mortalidad materna en más de 80% desde 2002.
Este año, mientras nos preparamos para la agenda de desarrollo internacional post 2015, el futuro que anhelamos es uno en el que las parteras puedan desempeñar su papel a plenitud, garantizando partos seguros, promoviendo el espaciamiento de los nacimientos sanos y protegiendo la salud y los derechos de las mujeres y las niñas.
Este año y en adelante, todos nosotros en UNFPA continuaremos apoyando a las parteras alrededor del mundo a medida que nos esforzamos por lograr un futuro saludable para la generación actual y las generaciones que vendrán.
Dr. Babatunde Osotimehin, Director Ejecutivo de UNFPA.