La Fundación Thomson Reuters publicó un reportaje especial que vincula la violencia de pandillas con el matrimonio infantil en Centroamérica. La publicación señala que grupos humanitarios que trabajan en El Salvador, Guatemala y Honduras, han recopilado evidencia anecdótica a lo largo de los últimos cinco años que demuestra que tanto la violencia de pandillas como el crimen organizado está llevando a más jóvenes y adolescentes a recurrir a uniones tempranas en áreas urbanas, fenómeno que solía verse más en áreas rurales.
A pesar de que existen pocos datos al respecto, la idea de protección es lo que al parecer, está llevando a las jóvenes a contraer matrimonio a temprana edad. Alejandra Colom, Directora de Programa del Consejo de Población en Guatemala, señala que tener como pareja a alguien que pertenezca a una pandilla, se puede percibir como algo mucho más seguro, en comparación con estar sola en la calle.
Ana Elena Badilla, Asesora de Género y Juventud del Fondo de Población de las Naciones Unidas, indica que “La violencia sexual incita a las jóvenes y adolescentes a abandonar sus hogares.” A nivel mundial 15 millones de menores de edad contraen matrimonio cada año, privándose de educación y oportunidades. El matrimonio infantil es más prevalente en el Sur de Asia y en el África sub-Sahariana.
A pesar de que la mayoría de los países de América Latina prohíben el matrimonio hasta los 18 años, los menores de edad se pueden casar con el permiso de sus padres o de un juez. En Guatemala, por ejemplo, las adolescentes se pueden casar desde los 14 años y los adolescentes a los 16.
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