El embarazo durante la adolescencia y la maternidad temprana configuran un problema social y sanitario que afecta a miles de niñas y adolescentes en Guatemala y en la región. Su solución es compleja, ya que involucra altos niveles de riesgo no solo para la salud de quienes lo atraviesan, sino también para su educación y sus trayectorias laborales a futuro, alterando profundamente su proyecto de vida y el de sus familias.