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Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada seis personas en el mundo es una persona con discapacidad, es decir aproximadamente el 17% de la población mundial. Las personas con discapacidad tienen condiciones de vida desiguales en comparación con las personas sin discapacidad. Suelen tener poco acceso a la educación, el empleo, la salud, la recreación y en general al desarrollo y a la justicia social.

La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad - CPCD (2006) supera los paradigmas obsoletos que visualizaban a las personas con discapacidad como objetos de lástima e impulsa el paradigma de derechos humanos y del modelo social de la discapacidad, en función de los cuales la discapacidad es “un concepto que evoluciona y que resulta de la interacción entre las personas con deficiencias y las barreras debidas a la actitud y al entorno que evitan su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás”. Esta Convención, busca promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales por todas las personas con discapacidad, y promover el respeto
de su dignidad inherente.

Las personas con discapacidad tienen los mismos derechos que las personas sin discapacidad a la educación, en general, y a la educación integral de la sexualidad (EIS) en particular.

El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) incorpora la perspectiva de discapacidad en su Plan Estratégico 2022-2025 para alcanzar los tres resultados transformadores: cero necesidad insatisfecha de anticoncepción, cero mortalidad materna prevenible y cero violencia basada en género.

La perspectiva de discapacidad es desarrollada de manera pormenorizada en la Estrategia de Discapacidad 2022-2025. En el Plan Operativo para no Dejar a Nadie Atrás se brindan orientaciones para poner en práctica la perspectiva interseccional en la cual la discapacidad es un factor, que unido con otros, incide en la perpetuación de la
discriminación y exclusión.

En América Latina y el Caribe, las oficinas de país del UNFPA están desarrollando experiencias de trabajo para promover el acceso de las personas con discapacidad a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluida la EIS. La Oficina Regional del UNFPA, en su rol de acompañamiento técnico a las oficinas de país, ha recibido solicitudes de apoyo para fortalecer los conocimientos y las capacidades de algunos países de la región que están trabajando en la inclusión de las personas con discapacidad en la EIS tanto dentro como fuera de la escuela.

En ese sentido, se requiere una consultoría que brinde apoyo a LACRO en el proceso de asistencia técnica a países determinados y a actividades regionales en el campo de la EIS inclusiva. El objetivo de esta consultoría es reforzar los conocimientos y capacidad técnica de países determinados y a nivel regional, para el abordaje de la EIS desde una perspectiva de discapacidad.