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AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE -  Expertos del Banco Mundial, BID, OPS-OMS, UNICEF y UNFPA, instaron a los gobiernos de las Américas a avanzar hacia la eliminación del embarazo en niñas menores de 15 años, haciendo del problema una parte urgente de las agendas públicas. También exhortaron a los gobiernos a utilizar un enfoque multisectorial que tenga en cuenta el género, los derechos humanos y la multiculturalidad.

Estas fueron algunas de las reflexiones más importantes que quedaron sobre la mesa durante el Webinar Técnico liderado realizado en el marco de la Semana de Prevención del Embarazo Adolescente, realizada desde el 27 de septiembre hasta la tercera semana de octubre. El tema de este año es “Priorizando en la agenda pública el embarazo en niñas y adolescentes menores de 15 años”.

Durante el seminario, en el que participaron miembros del sector público, expertos internacionales, representantes de la sociedad científica y la academia, se expuso la situación del embarazo en niñas adolescentes menores de 15 años, y se generaron compromisos y líneas de acción que deben ser implementadas de manera urgente en la región.

“Debemos hacer un mejor trabajo para proteger a nuestras niñas a través de una legislación y políticas más sólidas”, dijo el Subdirector de la OPS, Dr. Jarbas Barbosa. Y agregó: “Es un deber comenzar con la documentación de rutina y el monitoreo de la fertilidad en niñas menores de 15 años. Pero es imperativo ir más allá de la documentación”.

La necesidad de implementar políticas públicas, documentar los embarazos de niñas de 10 a 14 años, así como la ejecución de técnicas para la prevención, reducción y atención adecuada e integral de niñas adolescentes en maternidad temprana, fueron los llamados urgentes de las agencias para abordar esta problemática. Los expertos que participaron del seminario también recomendaron que las políticas sean el reflejo de un enfoque multisectorial.

Según reveló Jean Cough, directora regional de UNICEF, “En América Latina y el Caribe, 2 de cada 100 mujeres tuvieron su primer parto antes de cumplir 15 años de edad,  siete  de cada 10 de esos embarazos, no son intencionales. Es una realidad que nos preocupa mucho, aproximadamente seis de cada 10 adolescentes dejan la escuela debido a que se convierten en madres, muchos de esos embarazo están ligados a violencia de género y a las uniones tempranas”.

Para Jean Cough, asegurar la educación de las niñas y las adolescentes es la mayor inversión para equipararlas de conocimientos y lograr la prevención del embarazo temprano, “la educación no puede estar sola, requiere de leyes, políticas y acciones que promuevan los derechos de las niñas. Necesitamos continuar el diálogo y coordinar el trabajo con los Estados, las agencias de Naciones Unidas y la sociedad civil para asegurar respuestas integrales y urgentes”, agregó.

Si bien es cierto la región ha registrado un crecimiento socioeconómico, la tasa de fertilidad en adolescentes continúa siendo inaceptable, especialmente después de la COVID-19.  América Latina y el Caribe ha tenido que cerrar sus escuelas más que en cualquier otra región del mundo, lo que genera mayor riesgo de embarazo en adolescentes.  La mayoría de los países de la región que cuentan con datos sobre embarazos tempranos reportan tasas de natalidad de entre 1 y 5 nacimientos por cada 1000 niñas o adolescentes en el grupo de edad entre 10  y 14 años.

“Cuando una niña queda embarazada las repercusiones en su trayectoria de vida serán muy significativas. En primer lugar, los resultados maternos y neonatales comparados con madres mayores de esa edad se empeoran, están mucho más expuestas a infecciones, parto prematuro, muerte neonatal y muerte materna. Por otro lado, estos embarazos están vinculados con situaciones de abuso sexual, coacción y relaciones de género desiguales. Esas niñas dejarán de estudiar y tendrán mayores dificultades para acceder a empleos formales perpetuando las inequidades de género y manteniendo el ciclo intergeneracional de la pobreza”, explicó Harold Robinson, Director Regional del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) para América Latina y el Caribe.

Argentina y Salvador compartieron sus experiencias en la implementación de la ruta para la reducción y atención del embarazo en niñas y adolescentes. Argentina implementa el Plan Nacional de Embarazo No Intencional en la Adolescencia, un modelo territorial que ofrece orientación en 12 provincias en temas de salud sexual reproductiva, salud adolescente, educación sexual integral y protección de derechos de niños, niñas y adolescentes. El Salvador, por su parte, desarrolló la Estrategia Nacional Intersectorial de Prevención del Embarazo en Niñas y Adolescentes 2017-2027, ENIPENA con tres ejes de intervención: prevención del embarazo en niñas y adolescentes; protección especial, acceso a la justicia y restitución de derechos, y generación de conocimiento.

Como parte de las reflexiones expuestas en el Webinar Técnico se compartieron lecciones aprendidas producto de estudios realizados, con el fin de analizar el estado del embarazo de niñas y adolescentes en la región. Estos estudios se llevaron a cabo por  el Grupo de Trabajo de Políticas, Estrategias e Intervenciones (PSIWG, por sus siglas en inglés) -coliderado por el UNFPA y OPS-, de la Estrategia Mundial para la Salud de la Mujer, el Niño y el Adolescente en el contexto de América Latina y el Caribe (EWEC-LAC, por sus siglas en inglés).

Además de identificar la importancia de distinguir el problema del embarazo en menores de 15 años en la agenda pública, se insistió en la necesidad de la voluntad política por parte de los gobiernos de América Latina y el Caribe. 

La Semana del Embarazo en Adolescentes en América Latina y el Caribe tiene como objetivo que los gobiernos y los actores comprometidos con esta temática tomen medidas políticas y técnicas que ofrezcan atención integral a las niñas adolescentes sometidas a la maternidad temprana, y así evitar las consecuencias de un embarazo no planificado en este grupo etario.